Este sábado, el Roig Arena activó la máquina del tiempo para realizar un viaje musical cuarenta años atrás. Sobre el escenario del recinto multiusos, por primera vez en formato 360º, desfilaron algunas de las voces más icónicas de los 80 para celebrar una de las décadas más doradas del pop.
El viaje ochentero, organizado por la productora Sharemusic!, arrancó en torno a las 19 horas de la mano de Ryan Paris y su hit de italo disco "La dolce vita", al que siguió una sucesión de grandes temas de la década en formato discoteca. Este interludio de música entre actuaciones en vivo se prolongó durante todo el show.
A Paris le tomó el relevo el new wave y post-punk de "Nowhere Girl", con un Steve Hovington de B-Movie cantando sobre el dolor que puede generar la desconexión emocional del entorno. "Hay una atmósfera increíble esta noche. Toda la gente está bailando. Me encanta Valencia y este recinto es el más grande en el que he tocado. Es asombroso", señaló Hovington minutos después de su actuación en Roig Arena.
Si hay un gran icono de los 80, ese es Samantha Fox. La británica hizo bailar a todos los asistentes con "I Only Wanna Be With You", "Nothing's Gonna Stop Me Now" y su hit "Touch Me (I Wanna Feel Your Body)". Miko Mission continuó la celebración con sus populares "How Old Are You" y "The World Is You".
El toque español lo aportó Iván, que hizo revivir su éxito internacional "Fotonovela", mientras que P. Lion se presentó sobre el escenario con "Happy Children". Le siguieron el sonido eurodisco de Fancy con "Bolero" y "Flames of Love", y el bailable "Around My Dream" de Silver Pozzoli.
Un nuevo interludio musical precedió las actuaciones de FR David y de los alemanes Bad Boys Blue. El italo disco regresó después con "Don't Cry" y "Tonight" de Ken Lazlo, mientras que Brian Ice creó una atmósfera melancólica con "Talking To The Night".
CC Catch puso a cantar y bailar a todo Roig Arena y sirvió como preludio perfecto para el gran cierre, protagonizado por Alphaville. La banda alemana desató la emoción del público con sus himnos atemporales "Big in Japan" y "Forever Young". Los acordes de esta última canción marcaron el regreso del público al presente tras una noche mágica de nostalgia ochentera.