Cremà -EFEHacÃa 901 dÃas que los falleros y las falleras más pequeños no lloraban al arder sus fallas, las infantiles, en una "cremà " y este domingo, por fin, han dado rienda suelta a sus emociones mientras veÃan cómo la ternura, el humor, los miedos y los sueños de sus monumentos se reducÃan a cenizas.
Las cerca de 380 fallas infantiles permanecÃan guardadas en almacenes y naves desde el 10 de marzo de 2020, cuando la Generalitat suspendió las Fallas -casi todas ya estaban en las calles, a punto de la "plantà "- por el avance de la pandemia de coronavirus, hasta que a mediados del pasado mes de agosto salieron de nuevo a la luz para volverse a plantar ante la emoción renovada de la infancia fallera.
Este año, a causa del toque de queda en València dentro de las restricciones por la pandemia (de 1 a 6 de la mañana), la cremà de las Fallas se ha adelantado dos horas, con lo que el ritual del fuego de los monumentos infantiles repartidos por toda la ciudad ha comenzado a las ocho de la tarde, aún con luz diurna, ante miles de falleros y vecinos y en un ambiente plenamente veraniego.
Como curiosidad -otra más de estas atÃpicas Fallas-, algunas de las falleras mayores infantiles de cada comisión han crecido tanto desde que fueron elegidas para el cargo, en otoño de 2019 -sus reinados fueron prorrogados con la pandemia-, que ahora ya son adolescentes, como algunos presidentes infantiles de falla, que han cambiado hasta la voz. A todos les llega ahora el fin de su mandato.
Media hora más tarde ha sido el turno de la falla ganadora de este año, Convento Jerusalén-Matemático Marzal (que ha hecho doblete al coronarse también entre las "grandes"), el monumento titulado "Germans" (hermanos) del artista José Gallego Gallego que, con un presupuesto de 40.000 euros y de 3 metros de alto por 3 de base, querÃa transmitir a los más pequeños la importancia de la fraternidad y la familia a través de muchas manos para estar siempre unidos.
Y a las nueve ha comenzado a arder la falla municipal infantil -que, como la grande, no entra en competición con el resto-, una de las más visitadas y fotografiadas este año gracias al trabajo que han llevado a cabo los artistas José Luis Ceballos y Francisco Sanabria con el lema "Saps qui sóc?" (¿sabes quién soy?), homenaje a grandes personajes de la historia de la ciudad.
Desde Sorolla a Jaime I y de Berlanga a Isabel de Villena, pasando por "Tip", Carmen Alborch, Calatrava o Amparo Iturbi, los ninots se han ido reduciendo a cenizas -ya de noche- ante la llorosa mirada de la fallera mayor infantil, Carla GarcÃa, y su corte de honor, acompañados por el alcalde, Joan Ribó, y el concejal de Fiestas y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana.
La falla municipal infantil se ha prendido gracias a un murciélago (un "rat penat" en valenciano) de paja y cáscara de arroz fabricado en 3D en la Universitat Politècnica de València y bautizado como "Foc Penat", el último de los resultados del equipo de la UPV que trabaja para conseguir nuevos materiales con los que construir monumentos falleros más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
Ahora llega el turno de las fallas "grandes", que desde las diez de la noche empiezan a arder y a las once será el colofón con la "cremà " de la meditadora de la falla municipal, el gran icono de las atÃpicas Fallas de la pandemia que este septiembre cierran su ciclo para dar paso a las fiestas, según esperan y desean todos los sectores e instituciones, de marzo de 2022.
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