La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha invertido más de 34 millones de euros en la reforma de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Pinedo, que mejorará la eficiencia y la calidad del agua vertida, además de reducir los olores en un 90% y colocar el umbral de ruido por debajo del límite que establece la ordenanza municipal.
La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, junto al alcalde de València, Joan Ribó, y el gerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), Juan Ángel Conca, ha presentado esta obra transversal, apenas dos semanas después de que el Consell aprobara la contratación de los trabajos.
La EPSAR ha licitado la renovación, el paso previo a la adjudicación y ejecución de los trabajos, que incluye una batería de mejoras que actúan en varios frentes: olores, ruidos, protección del litoral, optimización, acondicionamiento y fiabilidad de las instalaciones, y eficiencia energética.
Mollà ha destacado el "antes y después" de la planta con una obra responsable que viene a corregir años de deficiencia y mala gestión: "Esa historia no la podemos reescribir ahora nosotros. Lo que podemos hacer es poner el punto y final. Y es lo que pretendemos hacer con hechos, con esta licitación que comporta unas obras concretas y una adjudicación de recursos concreta".
La consellera se ha referido así a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que en 2017 ordenó el cierre de la fase III de Pinedo, un auto que dos años más tarde fue declarado "imposible de ejecutar" ante los gravísimos perjuicios ambientales que podría ocasionar la clausura de la infraestructura.
Cabe recordar que la gestión de Pinedo hasta 2010 corrió a cargo de EMARSA, viéndose envuelta así en el desvío fraudulento de fondos públicos que derivó en una gestión económica y medioambiental nefasta de una infraestructura que da servicio a 1,8 millones de habitantes de la ciudad de Valencia y de casi toda su área metropolitana.
Por su parte, el alcalde de València ha reivindicado la ejecución del plan especial "para atender una demanda histórica del vecindario de Pinedo y la Punta, con un paquete de medidas correctoras dirigidas a minimizar los impactos de la infraestructura sobre el entorno".
Ribó ha valorado el aval técnico que "da garantías a los vecinos sobre el cumplimiento de la normativa de olores y ruidos y asegura las condiciones óptimas de vertido de Pinedo". El alcalde, además, ha subrayado la buena sintonía con la Conselleria en todas las reuniones en las que ha transmitido su preocupación por las molestias vinculadas a la planta.
La titular de Transición Ecológica ha puesto el acento en la ejecución por parte de la Conselleria "de un plan especial pensado, que incorpora las propuestas de los vecinos, que ha pasado por todos los filtros ambientales y jurídicos, para que pueda hacerse realidad".
La inversión asciende a 22 millones de euros para las mejoras ambientales -13 millones de euros para incrementar la calidad del agua y nueve millones para reducir ruidos y olores-, 10 millones en materia de optimización y dos millones restantes para incrementar la eficiencia energética.
Juan Ángel Conca ha explicado algunos de los trabajos previstos en la EDAR más grande de la Comunitat Valenciana como el cierre de los elementos susceptibles de generar olor, la desodorización del perímetro, la instalación de pantallas fonoabsorbentes o la conexión del agua tratada en el tratamiento terciario (la de mayor nivel de desinfección) con el emisario submarino, para poder verter al mar las aguas regeneradas de mejor calidad en favor del litoral.
La reforma incluye también actuaciones para renovar los equipos por otros más eficientes, que permiten reducir el consumo eléctrico en hasta un 30%, y actualizar el sistema informático de automatización y control de la depuradora, que optimiza los diferentes procesos de depuración.
Adicionalmente, está prevista una actuación urbanística sobre los aledaños de la EDAR de Pinedo, que permitirá la integración paisajística de esta instalación a través de una zona de transición entre la depuradora y la huerta mediante la inclusión de zonas ajardinadas y la limitación de la altura de los edificios.
