Vista general de los terrenos de Parc Sagunt II, la posible ubicación de la gigafactoría. Archivo-EFE-Manuel Bruque
Este proyecto supondría un cambio radical con respecto a la iniciativa inicial para Parc Sagunt II. Los terrenos iban a dedicarse a la instalación de empresas logísticas. Algo que con la planta de Volkswagen no se cumpliría. Sin embargo, la ambición de tener una de las plantas más importantes de España es un jugoso caramelo para el Camp de Morvedre y su economía difícil de rechazar.
Los ecologistas no han tardado en reaccionar. Acció Ecologista Agró tilda el cambio de rumbo de "improvisación general" y de "discrepancia" por parte de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. "Ya no le importa a nadie qué precio y qué costes ambientales tendrán que pagarse", afirman. El pasado 17 de febrero se acordó la emisión de la Declaración Ambiental y Territorial Estratégica favorable para el Plan Especial del Área Logística de Sagunt. Para Acció, esta declaración "tendrá que incorporar un plan de vigilancia ambiental, el objetivo del cual es el de minimizar o compensar los posibles impactos ambientales generados. Entre las medidas establecidas, la necesidad de estudiar la huella de carbono en el proyecto de urbanización, o la creación y mantenimiento de un corredor ambiental, a una área de suelo rural protegido agrícola".
Según Acció, "no se han cumplido los planes de vigilancia ambiental en ninguna de las instalaciones industriales que rodean Parc Sagunt II. En Parc Sagunt. Y todavía está sin ejecutar el proyecto de ajardinamiento asociado a su DIA, y los planes para la movilidad en bicicleta se han ejecutado con grandes deficiencias, por no haberse realizado simultáneamente en su urbanización. Así mismo, y a pesar de haberlo solicitado, la Autoridad Portuaria de Valencia, nos ha negado el acceso al plan de vigilancia que tendría que haberse llevado a cabo después de la segunda ampliación del puerto y su correspondiente DIA".
Estos ejemplos demuestran, para Acció, que "los procesos normativos que tendrían que servir para garantizar la compatibilidad de los diferentes usos en el territorio con la sostenibilidad ambiental, no son más que trámites burocráticos, sin ningún tipo de solidez".
Por otro lado, y en relación a la emergencia climática, "parece que damos por sentado que abordar el cambio climático solo consiste a cambiar unas energías por otras, sin considerar los efectos en términos de pérdida de biodiversidad, de suelo fértil o de territorio", explican desde Agró.
