Giorgi Mamardashvili. -EPDALa titularidad de Jaume Doménech este jueves en Copa del Rey acabó con la racha del guardameta georgiano Giorgi Mamardashvili, que acumulaba un total de 53 partidos consecutivos en el once del Valencia, la mayor racha del siglo XXI tanto de porteros como de jugadores de campo.
De hecho, esta racha de partidos como titular es la más larga desde 1998, cuando Andoni Zubizarreta encadenó 54 partidos en el once entre las campañas 1996-97 y 1997-98. Aquella serie se vio cortada en un aciago partido para el Valencia ante el Salamanca, que le endosó seis goles con el debutante argentino Gustavo Campagnuolo en la portería.
Desde entonces, sólo Santiago Cañizares había superado la barrera de las cuarenta titularidades seguidas ya que acumuló 45 entre enero y noviembre del 2000. Pero en el siglo XXI, ningún futbolista había superado los 35 partidos como titular con el club de Mestalla: sólo el defensa argentino Roberto Fabián Ayala y el delantero asturiano David Villa habían alcanzado hasta ahora esa cifra de encuentros seguidos en el once valencianista.
La de Villa fue la última de estas rachas, en un periodo que engloba desde la jornada 8 de su primera campaña, la 2005-06 hasta la última de ese mismo ejercicio e incluye también choques de Copa. Ayala disputó esos 35 encuentros, que incluyen la Liga y la Intertoto, entre febrero y diciembre de 2005.
Mamardashvili, por su parte, llevaba disputados la totalidad de partidos desde la primera jornada de la pasada campaña, en la que jugó 42 encuentros entre la Liga y la Copa y solo uno de ellos, el de La Nucia en primera ronda de Copa, no lo terminó, ya que fue sustituido en la segunda parte para dar paso a Iago Herrerín.
En el partido de este jueves, sin embargo, Mamardashvili se quedó en València, como Pepelu y Gabriel Paulista, y no subió ni al avión con tal de dosificar esfuerzos y descansar en una campaña en la que ha disputado los once partidos ligueros. El técnico Rubén Baraja, tal y como había anunciado, apostó de inicio por Jaume y Cristian Rivero, el otro portero de la plantilla, estuvo en el banquillo.
