La verdad es que llevamos una temporada en Casinos, donde las despedidas no dejan de sorprendernos. Hoy la noticia ha sido la pérdida de José Vicente Murgui García. Sus apellidos son muy habituales en Casinos, aunque a cada habitante lo define y lo distingue, su familia, su trabajo o su forma de ser. Cada uno es como es.
Escribir hoy sobre Vicente, supone remontarse a una cadena de actos que trazan la vida de una persona. Lo conocimos en su juventud siendo músico de la Banda Unión Musical Casinense, Sociedad a la que toda su familia, particularmente su padre, han estado ligados de por vida, siendo su hijo, esposa y sobrinos parta viva de la actual Banda Sinfónica.
Fue un hombre de campo, de los artesanos de la agricultura, conociendo los secretos de las tierras de secano y regadío. Esa sapiencia, le llevó a formar parte de las diferentes Juntas Rectoras que a lo largo de los años han dirigido la Cooperativa de Casinos, la Comunidad de Regantes, o la Unión Musical Casinense, por citar algunas de ellas.
Fruto de sus conocimientos, en el seno de su familia junto a sus hijos Gustavo y Vicente, nació la firma comercial "Viveros Murgui C.B.", una empresa que ha hecho posible una transformación agrícola de nuestros árboles frutales de calidad y de compromiso con la naturaleza, ofreciendo siempre vegetación frondosa con garantía para el agricultor. Todas sus plantas son consideradas como una referencia esencial en el sector de viveros.
Su compromiso con la sociedad local, le hizo acreedor del noble título de Juez de Paz titular de Casinos, que fue refrendado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana el día tres de mayo del año 2006 y que ocupó durante varios años.
Los anónimos servidores del pueblo en ocasiones pueden pasar inadvertidos, pero esa cadena que al principio del escrito hacía alusión, nos remonta a los padres y abuelos de nuestro hoy protagonista, su padre el tío Josep Vicent, fue músico y presidente de la Música, su madre la tía Rosario, descendiente de la casa Pagán (Rosario la Pagana), porque su segundo apellido pertenecía a esa dinastía que habitó el Más del Juez Pagán.
No puedo terminar el escrito sin nombrar a la esposa: Rosario, hija de la Tía Rosario y Teodoro, almas de la calle de San Vicente y mujer enamorada de la agricultura, pues cuando pasaba la procesión de San Isidro, desde el balcón de su casa arrojaba sobre la imagen una ofrenda de trigo, mientras encendía luminosas bengalas de color en la puerta.
Hoy Vicente nos ha dejado, aunque su herencia por la agricultura sigue viva en las manos de su familia. Es una forma sencilla de hacer que los pueblos progresen, de acercar la agricultura y jardinería a nuestras casas y conocer un Casinos, famoso por sus buenos frutos.
Descansa en paz, la paz que os dejó el Santísimo Cristo en julio del año 1993 cuando se hospedó en vuestra casa de la calle de Cervantes y toda la familia lo portasteis a hombros hasta la calle Pelayo.
El entierro será el día 11 jueves a las 18 horas en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de Casinos.