Albert Llueca es mucho más que un apasionado del balonmano: es un constructor de futuro, un gestor comprometido con la excelencia y un defensor incansable de la igualdad en el deporte. Su trayectoria ha estado marcada por la búsqueda constante de la mejora, tanto en lo deportivo como en lo humano.
Ha trabajado codo a codo con deportistas, entrenadores y familias, impulsando proyectos que han fortalecido las estructuras del club y han dado visibilidad al talento local. Su liderazgo se basa en la escucha activa, la planificación estratégica y la transparencia.
Actualmente trabaja en Indra, donde ha demostrado su capacidad para gestionar equipos, optimizar recursos y liderar con visión de futuro. Su candidatura representa una oportunidad para transformar el Club Balonmano Morvedre en un modelo de gestión moderna, inclusiva y sostenible.
P: ¿Por qué has decidido postularte a la presidencia del Club Balonmano Morvedre?
R: La decisión de presentar esta candidatura no nace de un impulso momentáneo, sino de una convicción profunda y meditada. Durante años he vivido el balonmano desde dentro, he compartido alegrÃas y desafÃos con quienes forman parte de este club, y he sido testigo de su enorme potencial. Sin embargo, también he visto cómo, en demasiadas ocasiones, ese potencial se ha visto limitado por la falta de recursos, de planificación o de reconocimiento.
Postularme a la presidencia es, para mÃ, un acto de responsabilidad y de amor por este deporte. Queremos construir un proyecto que no solo fortalezca al club en lo deportivo, sino que lo transforme en un espacio donde todas las personas -jugadoras, entrenadores, familias, socias- se sientan escuchadas, valoradas y representadas. Apostamos por un modelo de gestión transparente, participativo y con una visión a largo plazo, donde la igualdad no sea un eslogan, sino una realidad palpable en cada rincón del club.
¿Cuáles son los principales ejes de vuestro proyecto?
Nuestro proyecto se apoya en cinco pilares fundamentales, cada uno de ellos diseñado para responder a una necesidad concreta del club.
En primer lugar, queremos consolidar al primer equipo en la máxima categorÃa, no solo mediante fichajes estratégicos, sino también apostando por el talento que nace en nuestra base. Creemos en un modelo que combine experiencia y juventud, y que proporcione a nuestras jugadoras las herramientas necesarias para crecer fÃsica, técnica y emocionalmente.
En segundo lugar, trabajaremos para reforzar los equipos senior, tanto en Plata como en Primera Nacional. Estos equipos son el puente entre la formación y la élite, y necesitan un acompañamiento técnico y financiero que garantice su competitividad y sostenibilidad.
El tercer eje es la creación de una escuela de formación para entrenadores y entrenadoras, un espacio donde se cultive el conocimiento, la innovación y la excelencia pedagógica. Queremos formar profesionales comprometidos con los valores del club y establecer convenios con instituciones educativas que nos permitan nutrirnos de nuevas generaciones de técnicos.
El cuarto pilar es el impulso de las categorÃas base, asegurando su participación en competiciones nacionales y dotándolas de entrenamientos de calidad, apoyo logÃstico y acompañamiento emocional. La base no es el futuro: es el presente que construye el mañana.
Y, por último, proponemos la creación de un convenio colectivo propio, que garantice condiciones laborales dignas para todas las personas que trabajan y compiten en el club. Porque el respeto empieza por dentro.
¿Qué importancia tiene este convenio colectivo para el futuro del club?
El convenio colectivo es, sin duda, una de las piedras angulares de nuestro proyecto. En un contexto donde muchas veces el deporte femenino y de base se sostiene sobre el esfuerzo invisible de tantas personas, creemos que es hora de dignificar ese trabajo.
Este convenio no es solo un documento legal: es una declaración de principios. Queremos establecer un marco regulador que contemple salarios mÃnimos, horarios compatibles con la vida personal, acceso a atención médica, medidas de conciliación familiar y mejoras contractuales.
Además, este acuerdo permitirá profesionalizar aún más la estructura del club, atraer talento y retenerlo, y generar un entorno de trabajo donde las personas se sientan valoradas y protegidas. Es una apuesta por la sostenibilidad humana del proyecto.
También queréis garantizar la salud y el bienestar de las personas deportistas. ¿Cómo lo lograréis?
La salud y el bienestar no pueden ser secundarios en un club que aspira a la excelencia. Por eso, proponemos una serie de medidas concretas que van desde lo preventivo hasta lo asistencial.
Estableceremos convenios con clÃnicas especializadas para que nuestras deportistas tengan acceso a revisiones médicas periódicas, diagnósticos tempranos y tratamientos adecuados. Pero no nos quedamos ahÃ: también queremos implementar programas de educación en salud, que incluyan nutrición, salud mental, prevención de lesiones y gestión del estrés.
Creemos que una deportista sana es una deportista feliz, y que el rendimiento no puede desligarse del bienestar integral.
¿Cómo pensáis reforzar la presencia del club dentro de la federación?
La presencia institucional es clave para cualquier club que quiera crecer. Queremos que Morvedre tenga una voz activa y respetada dentro de la federación, participando en comisiones, foros y espacios de decisión.
Esto nos permitirá influir en polÃticas deportivas, acceder a programas de apoyo y financiación, y colaborar en proyectos estratégicos que beneficien no solo a nuestro club, sino al balonmano en su conjunto.
Además, una mayor presencia institucional nos dará visibilidad y prestigio, lo que se traduce en más oportunidades para nuestras jugadoras y más alianzas para el club.
La igualdad de oportunidades es un aspecto fundamental de vuestro proyecto. ¿Cómo garantizaréis que se cumpla dentro del club?
La igualdad no puede ser una meta lejana: debe ser una práctica cotidiana. Por eso, implementaremos polÃticas activas de igualdad de género, tanto en la gestión como en la práctica deportiva.
Organizaremos campañas de sensibilización, formaciones para el personal técnico y administrativo, y estableceremos mecanismos de evaluación para asegurar que se cumplan los principios de equidad en todos los niveles.
Además, garantizaremos una representación equitativa en los órganos de decisión, porque creemos que la diversidad enriquece y fortalece cualquier proyecto.
¿Cómo implicaréis a las personas socias y familias en la toma de decisiones del club?
La participación es uno de los valores que más queremos fortalecer. Un club no es solo su directiva: es su gente, su comunidad, su historia compartida.
Por eso, crearemos espacios de participación reales y efectivos, como asambleas abiertas, encuestas periódicas y grupos de trabajo temáticos. Queremos que las decisiones importantes se tomen con el respaldo y la voz de quienes forman parte del dÃa a dÃa del club.
Además, fomentaremos la transparencia en la gestión, publicando informes periódicos y manteniendo canales de comunicación abiertos y accesibles.
Para finalizar, ¿qué mensaje enviarÃas a la gente del Morvedre?
A todas las personas que sienten este club como suyo, les digo: este proyecto es vuestro. No venimos a prometer milagros, sino a trabajar con honestidad, con pasión y con una visión clara de futuro.
Queremos construir un club que nos haga sentir orgullosas y orgullosos, dentro y fuera de la pista. Un club donde cada niña que empiece a jugar sepa que puede llegar tan lejos como sueñe. Un club que respete, que escuche, que inspire.
Juntas y juntos haremos historia. Y lo haremos con el corazón en la mano y la mirada en el horizonte.