Un aérodromo rescatado de 1936 aterriza en Villar del Arzobispo

Los trabajos de seguimiento Arqueológico de desescombro y limpieza han desempolvado el  Aeródromo de Villar del Arzobispo. Unas tareas que comenzaron el pasado 19 de mayo de 2021 y continúan actualmente, con la expectativa de poder desentrañar el pasado del municipio. La intervención arqueológica está dirigida por Juan José Ruiz López y Ana Sabater Pérez, y los trabajos de Restauración y puesta en valor por el Arquitecto Miguel Miralles Aparicio.

Los trabajos han devuelto al pueblo a aquel 1936, que queda ya tan lejano. La empresa que lleva a cabo las obras es Natura. Sabemos, por las noticias recopiladas en el libro "Crónica de la Guerra Civil en el Villar" del Cronista de Villar del Arzobispo, Cesar Salvo, que el campo de aviación se empezó a construir el 19 de diciembre de 1936. Para los trabajos de este Aeródromo se contrató gente del pueblo, unos 180 jornaleros que cobraban a 7 pesetas el jornal. El día 22-23 de marzo de 1937 llegaron al mismo los primeros aviones, los Tupolev S-B2 conocidos como "Katiuskas" de la 1ª escuadrilla del grupo 12, con tripulaciones rusas (Brigada Komsomol). El refugio se empezó a construir en diciembre de 1937. Pertenece al tipo de los llamados de "Mina", es decir excavados en el terreno y posteriormente construidos, en nuestro caso, con encofrado de hormigón y ladrillo cerámico macizo, dispone de 2 accesos en superficie, uno orientado hacia el norte y el otro hacia el sur. 

Desde cada acceso parte una escalera con 60 peldaños, dispuesta en zigzag, que desemboca en una sala principal de unos 2 m de ancho y 16 m de largo, ubicada a una profundidad de unos 12 m. bajo la superficie del terreno. Después de Guerra, hacia finales del S. XX fue reutilizado como champiñonera. Durante los trabajos de Seguimiento Arqueológico ha podido localizarse y recuperarse parte del sistema de ventilación a base de tuberías de fibrocemento. Todo ello ha sido posible gracias al interés y ayuda del Ayuntamiento de Villar del Arzobispo y a la Diputación de Valencia con su programa de subvenciones para la Memoria Histórica.