Tres días después de las lluvias torrenciales que han anegado parte de la Comunitat Valenciana y acabado con la vida de más de 200 personas, los municipios afectados intentan superar la tragedia y se afanan en retirar escombros y limpiar sus calles gracias a la solidaridad de numerosos voluntarios, ya que la ayuda por parte de las administraciones es nula o insuficiente.
Es el caso de Utiel, una localidad que lleva sin luz, agua potable, Internet y telefonía móvil desde que el pasado martes se vio sorprendido por el desbordamiento del río Magro y donde, hasta el momento, las inundaciones han dejado seis víctimas mortales.
María Pilar, vecina de este municipio, lamenta que por allí no haya ido nadie "a ver realmente cómo es la situación de nuestro pueblo" y asegura a EFE que, a pesar del "desastre", no tienen ayuda, salvo "un poquito" de los bomberos y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
"La gente se ha quedado sin nada. No tienen ni ropa, ni calzado y estamos en una situación bastante grave", continúa María Pilar, quien añade que la comida la llevan personas "de fuera" que van con furgonetas y con pañales para los niños, agua, leche o pan. "Lo más necesario", apunta.
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Retiran enseres con la ayuda de tractores
Mientras vecinos de esta localidad y de los alrededores se afanan en limpiar el barro de las calles con cepillos, con la ayuda de tractores se van retirando enseres, electrodomésticos y muebles que han quedado inservibles.
Uno de los damnificados, José Miguel, afirma a EFE, visiblemente afectado, que la situación es "dantesca". Recuerda que, hasta el momento, son seis las personas que han fallecido en este municipio como consecuencia de la peor dana del siglo y agrega: "Posiblemente, si hubiera habido ayuda de helicópteros, eso no hubiera ocurrido".
Cuenta que el día de los hechos su hermana, que vive sola, estuvo toda la noche "sin luz en la calle ni en casa, sin móvil, oyendo el rumor del río, oyendo los golpes en la planta baja de los muebles en las paredes y a dos escalones de entrar el agua" y que hasta el día siguiente, a las 9.00 horas de la mañana, los servicios de rescate no pudieron acceder.
José Miguel está muy agradecido a todas las personas que, de forma voluntaria, se han acercado hasta Utiel para prestar su ayuda. "Está viniendo gente de las localidades vecinas, de Madrid, se han desplazado autobuses. Y, por supuesto, los servicios del Ayuntamiento están colaborando con todo lo que pueden: máquinas, palas, tractores...".
Esperan que lleguen las ayudas anunciadas
Confía en que los organismos competentes "no se queden solo en palabras" y en que las ayudas anunciadas lleguen, ya sean del consorcio de seguros o de las administraciones, al tiempo que advierte de que, de lo contrario, "esto supondrá la ruina del pueblo".
Marta es una de esas personas que ha ido hasta Utiel para ayudar. Vive en Las Cuevas y explica a EFE que hasta allí no han llegado los devastadores efectos de la dana.
Incide en que Utiel se está limpiando "gracias a la generosidad de la gente, que está trayendo su maquinaria agrícola e industrial" y a las personas que voluntariamente, como ella, se están acercando a echar una mano porque "quien tiene que ayudar, no está ayudando".
"No vale que vengan aquí a hacerse la foto de rigor, a prometer ayudas que, como sabemos por otras catástrofes como en La Palma o Lorca, no han recibido", sostiene Marta e insiste en que las tareas de limpieza están siendo posibles gracias a esta ola de generosidad.