El Plan de Intervención en Edificios Municipales de Valor Patrimonial y Social en València, puesto en marcha por el Ayuntamiento, dedica 4 millones de euros a la rehabilitación de una veintena de edificios, entre ellos la Casa del Señor, en el conjunto de la AlquerÃa del Moro –en el barrio de la Ciutat de l'Artista Faller- o el chalé de Aben al Abbar –en el barrio de Albors.
La concejala de Gestión de Recursos, Luisa Notario, ha explicado que "antes de construir nuevas infraestructuras y equipamientos resulta fundamental girar la mirada hacia los edificios singulares que remiten a nuestra historia, a
nuestro pasado industrial, a las raÃces de muchos de nuestros barrios".
La concejala ha explicado que las intervenciones ya han beneficiado a 19 edificios municipales y que la inversión ha alcanzado los 3.872.361,79 euros. Además, ha dividido en tres aspectos diferentes las actuaciones realizadas, según la envergadura de cada una de ellas: desde los trabajos de mantenimiento, de seguridad y de limpieza en el entorno de los edificios, hasta las rehabilitaciones integrales, pasando por otras actuaciones de consolidación parcial.
Entre las intervenciones más importantes por el volumen de obras y presupuesto se encuentra, por ejemplo, la rehabilitación de la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, una obra enmarcada en la celebración del sexto centenario de la muerte de una de las figuras históricas más relevantes para la ciudad por su trascendencia en ámbitos muy diversos.
También destaca la intervención ya finalizada para rehabilitar el chalé de Aben al Abbar, reconocido históricamente por su valor patrimonial y por haber acogido la última reunión del gobierno de la Segunda República. En ese espacio se ha procedido también a la adecuación de toda la parcela atendiendo las peticiones vecinales, para que se convierta en un nuevo equipamiento público en el barrio.
Otra obra destacada ha sido la de la Casa del Señor, en el conjunto de la Alqueria dels Moros, con un presupuesto que ha superado el millón y medio de euros y que ha permitido rescatar un edificio emblemático en el entorno del Parque de Benicalap, que sufrió el abandono durante muchos años y que se ha rescatado para el vecindario de la zona, acogiendo ya el Consell de l'Horta.