Valencia se ha manifestado este sábado para volver a pedir "el fin de la complicidad con el régimen colonial israelí" y el fin de comercio de armas con Israel "para acabar con el genocidio en Palestina" y ha incorporado la causa LGTBI para denunciar el "lavado de cara" de Israel.
Organizada, entre otros colectivos, por BDS València, la manifestación ha estado encabezada por la misma pancarta que han utilizado en las cinco manifestaciones anteriores por la misma causa en la que se lee en valenciano "paremos el genocidio en Palestina; fin del comercio de armas y las relaciones con Israel.
El portavoz del BDS València, Jorge Ramos, ha indicado a Efe que "miles de personas" -nunca han bajado de esa cifra, según ha dicho- han salido a la calle en València, una de las catorce ciudades de la Comunitat Valenciana donde se han concentrado por la misma causa.
La movilización, convocada a nivel estatal desde la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), se celebra de forma paralela en 55 ciudades de España.
Según Ramos, es una "movilización histórica, porque nunca antes en España había habido seis meses seguidos de movilizaciones en tantas ciudades a la vez -han llegado a ser cien- por una causa internacional".
En la manifestación se podía leer en otras pancartas frases como "Fin de la ocupación, derecho al retorno de la población palestina refugiada", "Palestina libre, boicot Israel" y se han oído consignas y cánticos como "son hospitales no bases militares", "boicot Israel" y "matan a niños y a Europa no le importa".
Los organizadores han denunciado que "después de nueve meses de ofensivas contra la Franja de Gaza y más de 37.000 personas asesinadas, la población palestina continúa siendo objeto del genocidio mejor documentado de la historia".
Coincidencia con el Día del Orgullo
Al coincidir con el fin de semana del Día del Orgullo, los manifestantes se han "solidarizado con la causa LGTBI, "una causa de derechos humanos como lo que ocurre en Palestina", ha indicado Ramos.
Por eso, han denunciado también el "pinkwashing (el lavado rosa) israelí, "una campaña propagandística que presenta a Israel como un país "gay friendly", como un paraíso para la comunidad LGTBIQA+ que "quiere desviar la atención de sus acciones criminales contra la población palestina: la ocupación, el apartheid y los crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza".
Han añadido que ese lavado rosa es "una herramienta intrínsecamente ligada a la ideología sionista y al pensamiento colonial europeo, que quiere utilizar el discurso feminista en pro derechos LGTBIQA+ para criminalizar la población musulmana y palestina con estrategias xenófobas y racistas".
Ramos ha reprochado que en Israel el matrimonio igualitario está prohibido y ha represión LGTB palestina.
"Estamos en un momento duro pero la ley española y la europea exigen que no se compre ni se venda armas a Estados genocidas por lo que solo pedimos que se cumpla la ley", ha concluido.