El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Valencia ha votado en contra de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. La decisión ha sorprendido a los asistentes ya que la formación nacionalista había apoyado la iniciativa hasta cinco veces en los diferentes trámites que ha llevado el diseño y redacción de la normativa.
La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha conocido la noticia minutos antes de la votación, y ha buscado un pacto de última hora con la oposición, pero tanto PSPV y Compromís se han negado a apoyar la medida. Y es que desde antes de que se produjera esta crisis de gobierno ya habían criticado la ZBE diseñada por el gobierno municipal por considerarla "demasiado permisiva" con los coches contaminantes.
El veto de Vox es importante no sólo por lo que supone para los planes de reducir el tráfico en la ciudad sino porque la implantación de este tipo de zonas es un mandato europeo que incluía una subvención que se tendrá que devolver si no se aplican las medidas en el debido plazo. Valencia se arriesga pues a perder 115 millones de euros.
Desde la formación nacionalista, en cualquier caso, se ha invocado la "libertad de movimiento de los ciudadanos" y han culpado al presidente Sánchez y al "fanatismo climático" de la idea europea de limitar el acceso de coches antiguos a las ciudades.