Carmen Martínez es una política de raza, lleva 36 años en el Ayuntamiento de Quart de Poblet, 24 de ellos como alcaldesa, además de ocupar diversos cargos en el PSPV-PSOE y como diputada en les Corts, donde fue vicepresidenta. Licenciada en Medicina y Cirugía está más acostumbrada a mediar en el hemiciclo que en los centros de salud.
Después de esta trayectoria dice adiós a la vara de mando que ha cedido a su sucesora, Cristina Mora. En todo este tiempo ha sido una alcaldesa cercana, no solo con sus vecinos sino también con los medios de comunicación y eso es algo que hoy en día se agradece y aunque no le gusta que la llamen veterana, sus seis legislaturas al frente del Consistorio así lo avalan.
¿Cómo están siendo sus últimos días al frente de la alcaldía?
Están siendo diferentes a cualquier otro periodo postelectoral porque ahora ya no he de planificar nuevos proyectos, eso le toca a mi compañera Cristina, que será la próxima alcaldesa, pero sí estoy intentado cerrar algunas cuestiones que estaban pendientes, sobre todo de trámite.
De todas formas son días agridulces porque, por un lado, sé que voy a echar de menos el contacto directo con mis vecinos y vecinas y la vorágine del día a día pero, por otro, estoy recibiendo muchas muestras de cariño y me siento afortunada por ello.
Después de tanto tiempo, ¿qué es lo que más echará en falta?
El contacto directo con la ciudadanía. Poder formar parte de sus vidas de una forma más directa: escuchar sus problemas y contribuir en ponerle solución, celebrar con las asociaciones las festividades...compartir momentos especiales en la vida del pueblo como alcaldesa es un honor incomparable.
¿Se le queda alguna espinita clavada?
Pues sí, me quedan pendientes, sobre todo, la reversión del hospital de Manises, y las infraestructuras que el gobierno de Ximo Puig había prometido para Quart de Poblet y que ahora se quedan en el aire, como el nuevo centro ocupacional y de día de Molí d’Animeta.
En el pasado tuvimos que luchar mucho contra el gobierno del PP para poder abrir nuestra residencia y ahora mucho me temo que Cristina tendrá que pasar por lo mismo. Los gobiernos populares nunca han sido sensibles a nuestras necesidades, lo que tenemos lo hemos tenido que pelear mucho y la reversión del hospital de Manises es una reivindicación de todos los municipios de la comarca que llevábamos mucho tiempo esperando.
¿Qué recuerda de sus primeros años como alcaldesa y cómo ha cambiado el municipio?
Pues muchas cosas: recuerdo sobre todo el enorme conflicto que supuso desplazar el Hiper de la droga de Campanar a Mislata-Quart. En aquel momento, con Rita Barberá como alcaldesa y Zaplana como president de la Generalitat no éramos un municipio amigo, ni nos recibían; y les vino muy bien ese movimiento para quitarle los problemas a Valencia y traerlos al área metropolitana. Lejos de ellos.
Tenía muchos retos por delante como sacar del casco urbano empresas contaminantes, soterrar las vías del tren y construir un municipio más amable. Apenas teníamos zonas verdes ni espacios de aparcamiento, y hubo que hacerlos.
Me enfrenté a esos retos con muchísima responsabilidad e ilusión, dispuesta a dejarme la piel, tal y como he hecho en estos 24 años.
¿Cómo describiría ahora a Quart y cómo le gustaría que fuera su futuro?
Quart de Poblet tiene una escala muy humana, mantenemos nuestra esencia de pueblo, los vecinos y vecinas se cuidan y conocen, pero tenemos todos los servicios de una gran ciudad. De hecho, tenemos más servicios que muchas ciudades, porque ¿de qué te sirve tener una biblioteca a 20 minutos en coche de tu casa como pasa en muchos barrios de Valencia? eso no es operativo.
En Quart de Poblet tenemos todo lo que una familia necesita para construir su proyecto de vida con comodidad y con altos estándares de calidad de vida, y estoy convencida de que así va a seguir siendo.
Sobre como me gustaría que fuera en el futuro, pues precisamente así. Moderno y vanguardista, pero manteniendo nuestra identidad, eso que nos hace especiales frente a otros municipios del área metropolitana que quizás son más grandes pero también más impersonales.
Ahora, sin mayoría absoluta ¿será más difícil gobernar?, ¿le ha dado algún consejo a su sucesora?
No necesariamente. Siempre hemos consensuado las decisiones con el resto de formaciones políticas, incluso cuando hemos tenido mayorías absolutas. El clima siempre ha sido de predisposición a sacar adelante las medidas que beneficiaban a Quart de Poblet, y eso siempre se lo tendré que agradecer a la oposición. Espero que los nuevos representantes tengan esa misma actitud y vengan a trabajar por el pueblo y no por si mismos.
A Cristina no le hacen falta demasiados consejos, lleva 12 años trabajando como concejala en el Ayuntamiento y conoce perfectamente los entresijos de la gestión.
Sí le diría que no dude en ser reivindicativa y persistente, y que persiga aquello que crea conveniente para el pueblo. Ahora no lo va a tener fácil con una administración de PP y Vox en la Generalitat, así que va a tener que ser firme.
¿Cómo será su vida a partir del 17 de junio?
Más relajada...o eso espero. Dirigir el Ayuntamiento es un esfuerzo enorme, muy satisfactorio, pero muy sacrificado también. Ahora voy a tener más tiempo para dedicárselo a mi familia, sin duda, pero también se avecina una época de reivindicaciones muy importantes a nivel autonómico.
Como diputada en les Corts Valencianes nos espera un tiempo de defender todos esos derechos que hemos conquistado durante los años de gobierno socialista y que ahora están en peligro con un gobierno de las derechas: la sanidad pública, la educación en valores, los servicios por y para todos, las políticas medioambientales de igualdad y LGTBI...ya he escuchado algunas declaraciones que han hecho que se me pusieran los pelos de punta...desde luego no querría tener un hijo en edad escolar en estos momentos porque me asustan muchos les mensajes de intolerancia de personas que seguramente estarán en el gobierno autonómico dirigiendo consellerias como educación o políticas inclusivas.
Así que, resumiendo, me esperan más fines de semana libres en el futuro inmediato, pero meses de confrontación me temo. Pero como siempre, el partido socialista haremos una oposición constructiva, sin dar ni un paso atrás en derechos, eso sí.