Carlos Rodado, nuevo alcalde de Loriguilla. AJ. Con la moción de censura y el acuerdo con un partido de la oposición para gobernar en Loriguilla, la toma de posesión se realizó en un contexto muy peculiar, que ha tenido diferentes respuestas y reacciones. ¿Cómo asume este nuevo cargo como alcalde del pueblo hasta el mes de diciembre?
Con resignación, porque soy un alcalde forzoso, porque forzosamente he llegado a la alcaldía. No era lo que tenía planteado al entrar al gobierno porque no iba ni el primero en la lista. Con el poco tiempo que tengo por delante no puedo inventar la rueda ni hacer nada que salga de lo normal. Además sobre mi espalda pesa una espada de Damocles, que es la del exalcalde y las querellas que ha anunciado que va a hacer en cuanto me descuide un poco. Así que voy a seguir haciendo lo que he estado haciendo en las tres concejalías en las que he estado. Hoy mismo nos acaban de conceder una subvención para la remodelación para centros de salud, que nos cubre la totalidad de la obra para el nuestro. Ese va a ser mi trabajo, gestionar la herencia que nos han dejado los cuatro compañeros, que en estas últimas dos semanas se han liado a firmar documentos y contratos para fiestas despilfarrando el dinero. Ahora nos vemos en la tesitura de si anulamos esos contratos, regulamos el gasto o qué hacer. Ha sido bastante difícil. No sé si coincidió con la moción, pero su intención era tirar la casa por la ventana, y de cara a las elecciones que la gente viera lo bien que han ido las fiestas.
La ruptura del pacto por parte de Alfaro entre Ciudadanos y el PSOE fue lo que precipitó la moción de censura, en la que acordaron con Montse Cervera (PP) la salida del alcalde. ¿Esta opción estaba sobre la mesa hacía tiempo?
No, pero siempre ha habido un rifirrafe. Para mí la relación con Ciudadanos se rompió en la segunda reunión que tuvimos del nombramiento de Sergio como alcalde. Mostraron sus cartas, dejando claro que aquí mandaban ellos y que nosotros éramos una muleta. La vena dictatorial no fue desde el día uno, fue creciendo hasta que nuestras concejalías fueron asaltadas y violadas sin contemplaciones. Toda nuestra comunicación pasaba por muchos filtros. Era un descontrol completo y la moción vino supeditada a ese hecho. Es una estrategia, porque el exalcalde quería pulirse a los socialistas en el último año de legislatura. Sus votantes no entendían que hiciese un pacto con nosotros, porque estaba muy a la derecha.
¿Tuvieron dudas a la hora de realizar el pacto con los populares para desplazar a Sergio Alfaro, al ser el partido directamente opuesto?
Nuestra idea era, sabiendo que la relación con Ciudadanos era nula, aguantar el pacto de gobierno. Somos personas de honor y si firmamos un pacto lo cumplimos, queríamos esperar al final de legislatura y luego que el pueblo decidiese. Pero no nos dejaron, así que no tuvimos ninguna duda. El problema es que el partido socialista tiene una línea roja clara perfectamente definida, y es que no se puede pactar bajo ningún concepto con PP ni con VOX. El problema es que esa línea roja viene de Madrid, y Loriguilla, queramos o no, no es Madrid. No es una cosa de colores, sino de decencia. Preferimos dejar la militancia y emprender esta acción. Siempre hay duda, porque al final los otros concejales venían del Partido Popular, pero en un pueblo tan pequeño no puedes equiparar las políticas, porque estamos hablando con personas, y estábamos todos en la misma línea. La oferta del PP siempre la tuvimos encima de la mesa desde el inicio de la legislatura. Cuando entré, no había diferencia entre pactar con Cs o con PP, era el PP azul o el PP naranja.
¿Han tenido alguna respuesta por parte del partido a nivel provincial o autonómico?
De manera oficial no. De manera extraoficial algunos compañeros, concejales, diputados e incluso, me atrevo a decir, algún exministro, nos han mostrado su apoyo por lo que íbamos a hacer, pero siempre de manera personal. La versión oficial del partido es que esto no se apoya. Algo con lo que no estoy de acuerdo. Las siglas hay que defenderlas, son partidos históricos, pero la política municipal es otra cosa.
¿Cree que a nivel municipal deberían cambiar esas líneas rojas?
Sí, e incluso a nivel nacional. Cuando nos alejamos del centro, los partidos de centro se apoyan en los extremos, y estos tienen poder de decisión. Estoy convencido de que el centro podría llegar a acuerdos, pero no están por la labor.
¿Ha vuelto a tener contacto con Sergio Alfaro?
No. En la moción dije que Franco había muerto y lo mantengo. Para mí esa persona no existe. Y más después de la campaña de difamación personal que ha hecho contra mí, porque no sabe distinguir lo político de lo personal y yo con ese tipo de personas no comulgo. Él utiliza su Facebook, sus familiares y las visitas a las casas de la gente para destruir a sus adversarios, y eso lo quiero desterrar de la política de este pueblo. Para mí son como las viejas al visillo, haciendo fotos a las heces de los perros que están por la calle o a ver quien ha aparcado en zona amarilla. Si es eso para lo que han quedado, pues perfecto. Eso no es hacer oposición, es una bajeza. Tengo que decir que cuando entraba en razón y dialogaba a mí me parecía un buen alcalde, pero ha resultado no serlo, y por eso está donde está.
¿La razón por la que decidieron realizar la moción tiene que ver con la supuesta unilateralidad de sus decisiones o habían más motivos?
Él heredó una alcaldía de hace cuarenta años, donde el alcalde es todopoderoso, es el último en la firma y el primero en la foto. Y eso no va conmigo. Si no estás, deja que la persona que ha hecho el trabajo salga, y no te cuelgues medallas de terceros. Puede que Facebook fuese el inicio de la mecha que se ha prendido, porque esta red social me ha permitido explicarle a la gente quien hace las cosas y por qué. Para que sepan que el alcalde no lo hace todo, somos un grupo.
¿Cree que toda esta situación ha podido generar desafección en los vecinos?
La moción de censura no fue un capricho ni fue por rencor como sigue defendiendo Ciudadanos. El exalcalde vivía en una burbuja rodeado de gente que le decía continuamente lo bien que lo estaba haciendo. A los días de presentar la moción me pararon más de cien personas en el pueblo para decirme ‘Por favor Carlos, echadlo de la alcaldía’. Trabajadores públicos y vecinos. Gente que me ha contado cosas que no me han gustado.
¿Qué tipo de situaciones le cuentan para supuestamente tener esa reacción?
Personas a las que no se les ha permitido hablar, porque al discrepante se le intenta silenciar. No puedo hablar en boca de terceros, pero no han sido ni una ni dos personas.
Hay una cuestión que ha quedado en el aire, y que sería interesante conocer antes de las elecciones. Si tanto Cervera como usted se han dado de baja de sus respectivos partidos, ¿Van a hacer una agrupación entre ambos o intentarán ser readmitidos?
Igual sorprende, pero no tenía intención de presentarme a las elecciones, porque tras tres años bastante malos no quería volver a repetir la experiencia. La política tiene cosas muy buenas y muy malas. Yo me quedo con haber conocido a gente maravillosa, pensar cosas guays para el pueblo, etc. Pero no me ha gustado tratar con esta gente, y venía al Ayuntamiento a disgusto. A mí me gusta hablar mucho, soy una persona abierta, me gusta ir de despacho en despacho, y ellos siempre se han tomado eso como un ataque hacia su persona. ‘¿Qué tal estás?¿Cómo te encuentras?’, esas eran mis visitas. No lo tenía previsto, pero la gente por la calle me lo ha pedido. Si eso me llega a mí también le habrá llegado al exalcalde, y me imagino que es uno de los motivos que han acelerado nuestra salida del gobierno. Seguramente pida mi reingreso en el partido, y si me aceptan o no dependerá de ellos y luego será mi partido el que decida el candidato. Soy socialista y fiel a mis principios, aunque soy un socialista bastante light, más hacia el centro. Con mi compañera en el PP puede ser más difícil, porque hay una pequeña guerra por ver quien es el candidato.
Se ha estado comentando que Alfaro podría intentar mover fichas hacia el Partido Popular, ¿Cree que se presentará con Ciudadanos o confirma esta teoría?
Alfaro va a intentar volver al Ayuntamiento, se ha estado preparando para ello desde que su abuelo fue alcalde, que estuvo treinta o cuarenta años. Tengo clarísimo que lo hará intentando robar las siglas del PP para él mismo. Está haciendo una lista del Partido Popular en el pueblo, y ha sido uno de los motivos por los que hemos hecho la moción, porque Cervera también lo sabía. Sergio lleva años peleando para ser cabeza de lista.
¿Alfaro cuenta con apoyos en ese partido?
Los tiene igual que Montse. Ofrecieron a una concejal del Partido Popular ir segunda en la lista de Alfaro, entre otras cosas, pero las monetarias no las voy a nombrar.
¿Se esperaba el impacto que ha tenido la situación?
Sí, me lo esperaba. No soy periodista, pero metiéndome en la piel, es un titular muy jugoso decir que PP y PSOE se unen para echar a Ciudadanos. Al final los que nos hemos unido somos cinco concejales. Lo que no esperaba era tanta guerra sucia por la otra parte.
¿Cree que ha sido un error convertir la red social en un terreno de batalla política?
La política en Loriguilla es la red social, y a mí me está costando no entrar, hay gente que me lance al barro pero no es mi estilo. Si yo digo algo a alguien que sé que le puede hacer daño, luego me siento mal, me duele. Sin embargo, a ellos les da exactamente igual. Mi compañera Montse es más visceral. Prefiero contestar con trabajo.
¿Cree que la presión de los últimos días hizo que dijera aquello de ‘Franco ha muerto’ en su discurso de la moción?
Yo tenía un discurso preparado, lo colgué en Facebook, y era hasta bonito con ellos, porque cuando estábamos bien estábamos muy bien. Pero tras pasarme quince minutos escuchando ‘basura’ del exalcalde hacia mi persona y, posteriormente, escuchar desde el público ‘Bueno, y ahora que hable el forastero’ cogí mis cosas, me di la vuelta y cité ese ‘Franco ha muerto’. Dolió a mucha gente porque no entendieron el mensaje, era una manera de decir ‘A rey muerto, rey puesto’, porque acababa una dictadura y ahora se iba a ver otra cosa. Quería decir lo mínimo posible porque la tensión era insoportable. Por lo menos será un discurso muy recordado en el pueblo. La gente que hemos venido de fuera, en mi caso de Benicalap, le hemos dado vida al pueblo, pagamos nuestros impuestos. Pero he venido aquí prácticamente todos los fines de semana desde que era un niño, y vine a vivir a Loriguilla porque me encanta, y me duele que digan eso.
Ha comentado en alguna otra entrevista que Loriguilla, en general, tiene un voto más bien conservador. ¿Cree que, pese a todo lo sucedido y estos movimientos, podría quedarse fuera del gobierno por no obtener suficientes votos?
Siempre he defendido que este pueblo tiene un voto conservador, en un 75%, viendo las elecciones de los últimos 20 años. Lo que ocurre es que, por rencillas familiares, lo que antes era el PP se dividió en dos, y de ahí la candidatura de Alfaro. Pero esos dos, ahora son tres, y ya tenemos una mayor escisión de ese 75%. Una politóloga del pueblo me dijo que este pueblo no estaba preparado para tener un partido más a la izquierda del PSOE. Lo que no sé es si Ciudadanos desaparecerá por completo o si Montse creará una marca a parte y tenemos cuatro. Espero que mucha gente desencantada con Alfaro se lo piense. No sé qué rédito político le puede dar haber sido alcalde, sé que tiene sus palmeros. Mis votos no se van a ir para que Alfaro sea alcalde.
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