Serafín Zubiri en Sedaví. / EPDA
Serafín Zubiri en Sedaví. / EPDALa noche del sábado 13 de agosto quedará grabada en la memoria de Sedaví como una de las más emocionantes de sus fiestas patronales. El cantante Serafín Zubiri, conocido por sus dos participaciones en Eurovisión, ofreció un concierto inolvidable en la plaza Jaume I acompañado de sus cinco músicos de la Zubiri’s Band, rindiendo homenaje a la música de los años 70.
El espectáculo dio comienzo con la Zubiri’s Band interpretando los primeros compases que sirvieron de preludio a la entrada de Zubiri en el escenario, acompañado de su manager y amigo Tony Gil, vecino de Sedaví y responsable de la producción a través de su empresa Gilton Producciones.
Tras interpretar el primer tema, llegó uno de los momentos más emotivos de la velada. El eurovisivo dedicó unas palabras al público recordando la fuerza y resiliencia de la localidad tras la DANA del pasado 29 de octubre, una tragedia que golpeó duramente al municipio. Zubiri rememoró cómo apenas un mes antes había actuado en ese mismo escenario, que semanas más tarde quedaría devastado por las aguas.
El artista quiso rendir homenaje a todas las víctimas y afectados iniciando el concierto con la canción “Color Esperanza”, un tema cargado de simbolismo para Sedaví. Y es que el pasado 13 de diciembre, apenas mes y medio después de la catástrofe y en vísperas de unas Navidades especialmente difíciles para los vecinos, Zubiri regresó a la plaza Jaume I de manera altruista y sin previo aviso. Allí instaló un piano sobre el mismo suelo que todavía mostraba las huellas de la riada, y ofreció un concierto sorpresa como gesto de apoyo y consuelo a la población. Aquella emotiva actuación terminó precisamente con “Color Esperanza”, convertida desde entonces en un himno de unión y superación para los vecinos.
Consciente de la carga emocional de esa fecha, Zubiri decidió comenzar el concierto de las fiestas patronales con ese mismo tema, rompiendo el guion previsto y dedicando la velada a los afectados y a las víctimas que desgraciadamente ya no están. La emoción del público fue palpable desde los primeros compases.
El concierto continuó con un recorrido por grandes éxitos de los años 70, en el que los asistentes no dudaron en cantar y tararear cada tema. La plaza, repleta de vecinos y visitantes, vibró con la música y la energía de Zubiri. Uno de los instantes más especiales llegó cuando el público encendió las linternas de sus teléfonos móviles, creando un mar de luces que iluminó la interpretación del artista.
Al finalizar el espectáculo, numerosos vecinos se acercaron a agradecerle el concierto y compartir fotografías con él. La emoción y la alegría transmitidas por el cantante invidente convirtieron la noche en una experiencia inolvidable para Sedaví.
Los vecinos no dudaron en mostrar su agradecimiento a la corporación del Ayuntamiento de Sedaví por volver a traer al artista y expresaron su deseo de que Serafín Zubiri regrese de nuevo en futuras ediciones de las fiestas.
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