Imagen de archivo de la ciudad de Valencia. / EPDAUn estudio, basado en campañas de dosimetría pasiva de NO₂ realizadas entre 2023 y 2025, ofrece una primera radiografía detallada de la calidad del aire en València, subrayando la importancia de intensificar las políticas de prevención y control de emisiones.
Esta es una de las principales conclusiones del primer informe del proyecto PREDATICS, coordinado por investigadores del Instituto ITACA-UPV, que analiza la evolución del NO₂ en la ciudad a partir de mediciones realizadas en más de un centenar de puntos.
El informe determina que los valores se sitúan en el límite del valor máximo anual permitido por la normativa europea vigente (40 µg/m³), aunque duplican el nuevo umbral de 20 µg/m³ que entrará en vigor en 2030.
Por ello, el equipo investigador subraya que este estudio marca un punto de partida para el seguimiento continuado de la calidad del aire en la ciudad y para la evaluación de futuras medidas.
"La información obtenida ayudará a diseñar estrategias más ajustadas a la realidad de València y a avanzar hacia un entorno urbano más saludable y sostenible. Nuestros resultados muestran que aún existen áreas con niveles elevados de contaminación, pero también confirman el valor de disponer de datos precisos para orientar políticas más efectivas", señalan desde el proyecto PREDATICS.
Evolución de los niveles de NO₂ en la ciudad
El informe establece una relación directa entre el tráfico rodado y las concentraciones de NO₂, por lo que el equipo aboga por reforzar las políticas de prevención y control de emisiones, especialmente las vinculadas al tráfico urbano, con el fin de proteger la salud de la población y adaptarse a la futura normativa europea.
"Los niveles más elevados se registran en cruces, rotondas, parkings y accesos a València, mientras que los más bajos corresponden a parques, jardines y zonas peatonales", explica Victoria Lerma, investigadora de ITACA-UPV y coordinadora del proyecto.
El estudio también constata que las estaciones oficiales de la Red de Vigilancia de Calidad del Aire, situadas en zonas con menor densidad de tráfico, registran niveles inferiores a los observados en áreas urbanas de alta circulación. Por ello, el equipo de PREDATICS recomienda complementar la red de medición oficial con campañas de alta resolución espacial, para obtener una visión más precisa de la exposición real de la ciudadanía.
"Las estaciones oficiales ofrecen una visión parcial. El proyecto subraya la necesidad de evaluaciones más detalladas que reflejen la realidad de las calles donde vive y trabaja la población", añaden desde PREDATICS.
¿Qué es la dosimetría pasiva de NO₂?
La dosimetría pasiva es una técnica de medición ambiental que utiliza pequeños dispositivos —denominados dosímetros pasivos— para captar la concentración de dióxido de nitrógeno en el aire durante un periodo prolongado, normalmente de una o varias semanas.
Estos dispositivos no requieren energía eléctrica y permiten instalar numerosos puntos de muestreo simultáneamente, ofreciendo una radiografía más detallada de la contaminación en toda la ciudad, incluso en lugares donde no existen estaciones automáticas.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia