Concentración de los trabajadores de Thyssenkrupp tras el cierre de la planta en 2013 en una imagen de archivo. / EFE
La planta de galvanizado, FBA9, que ya cerró sus instalaciones en 2013 y la volvió a abrir después de intensas protestas y negociaciones políticas y sindicales, ahora enfrenta un nuevo cierre que golpea tanto a la economía local como a los empleados que renunciaron a beneficios sindicales para garantizar la viabilidad del proyecto.
En un comunicado, la dirección de ThyssenKrupp Steel explicó que el cierre es "inevitable desde una perspectiva económica y de mercado", ya que la capacidad de la línea está infrautilizada y la tendencia es que esta situación empeore a corto plazo.
Ante esta situación, el alcalde Darío Moreno ha expresado su desacuerdo con la medida y ha anunciado medidas inmediatas para abordar la crisis. "Vamos a luchar para evitar el cierre de este centro productivo tan importante para la ciudad", afirmó Moreno, destacando la preocupación por los empleados directos e indirectos, así como por sus familias.
El equipo de gobierno celebrará una reunión urgente con la empresa este mismo viernes para comprender el cronograma y los motivos detrás de la decisión. Moreno se comprometió a coordinarse con el comité de empresa y a explorar cualquier posible alternativa para proteger los puestos de trabajo.
El Ayuntamiento mueve hilos en la Generalitat y el Ministerio para buscar planes alternativos
"Nos hemos puesto en contacto tanto con la Conselleria de Industria como con el Ministerio de Industria para valorar cualquier tipo de plan alternativo que asegure la continuidad de los puestos de trabajo. Estamos preocupados pero listos para proteger al máximo a los trabajadores", aseguró el alcalde.
Además, Moreno anunció que buscará el respaldo de otros partidos políticos para aprobar una declaración institucional de apoyo a los trabajadores y de oposición al cierre. La posibilidad de recolocar parte de la plantilla en la futura gigafactoría se plantea como una opción para mitigar el impacto social de este cierre.
El futuro de los trabajadores, en este momento incierto, depende de las acciones y negociaciones que se lleven a cabo en las próximas semanas, mientras la comunidad local enfrenta la amenaza de perder una fuente crucial de empleo e ingresos.
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