Imagen de archivo del 16/08/2017: Dos miembros del retén fúnebre retiran el cadáver de un hombre cuyo cuerpo ha sido encontrado en un garaje de la calle Calamocha de València con varias heridas de arma blanca. EFE/Manuel Bruque La primera sesión del juicio, como es habitual en las
causas con jurado, se dedicará a elegir a los nueve (más dos suplentes)
miembros del tribunal entre los 36 candidatos que fueron seleccionados el
pasado mes de junio.
Los acusados llevan en prisión desde enero de 2018, cuando
los investigadores determinaron su posible responsabilidad en un suceso que
inicialmente fue abordado como un robo.
El crimen se juzgará más de tres años después del
asesinato de Antonio Navarro, marido de la procesada, cuando iba a subir al
coche para acudir a trabajar.
La Fiscalía reclama una pena de 22 años de prisión para la
viuda y 18 para su amante, Salvador R.L., supuesto autor material del crimen.
El jurado deberá concluir, tras escuchar todas las
declaraciones y atender a las pruebas propuestas, si la mujer fue responsable
de convencer a su amante para que asesinase a su marido.
La acusada, conocida como Maje, se casó con la víctima en
septiembre de 2016 y, "en los meses anteriores a su matrimonio y durante
el mismo, sin conocimiento ni consentimiento de su esposo, mantuvo relaciones
afectivas y sexuales con el también acusado Salvador R.L. y con otras
personas".
Ambos acusados eran compañeros en el hospital donde
trabajaban, según detalla el fiscal en su escrito de acusación.
La relación creó en Salvador "una situación de
intenso enamoramiento y dependencia emocional hacia la acusada" quien, a
lo largo de los encuentros, "hizo partícipe al acusado de los problemas
que decía tener con su esposo, incluyendo episodios de violencia".
En julio de 2017 Maje decidió matar a su esposo y para
ello convenció a Salvador de que su situación era insostenible, lo que llevó a
ambos a planificar un crimen que se ejecutaría el 16 de agosto de 2017, en el
garaje de la vivienda del matrimonio, donde entraría el acusado con las llaves
que ella le facilitaría.
"En los días previos a la fecha acordada, el acusado
se ausentó de Valencia con su familia" (estaba casado y tiene una hija),
mientras que, la noche anterior, ella envió un whatsapp a su marido explicando
que estaría de guardia en el hospital en el que trabajaba como enfermera y, por
tanto, dejaría libre la plaza de aparcamiento en el garaje.
De ese modo se aseguró de que él aparcara en el lugar en
donde, a la mañana siguiente, le estaría esperando su cómplice.
En lugar de estar en el hospital de guardia, la acusada
durmió esa noche con otro de sus amantes.
Antonio aparcó su coche de empresa en la noche del 15 de
agosto. A la mañana siguiente, "siguiendo el plan convenido con la
acusada", Salvador entró en el garaje muy temprano con una mochila donde
llevaba un cuchillo, unos guantes y una toalla.
Cuando Antonio acudió a la plaza para recoger su coche se
vio sorprendido por el ataque del acusado, quien "salió de su escondite,
le abordó rápida y sorpresivamente esgrimiendo el cuchillo y, estando frente a
él, se lo clavó repetidamente en seis ocasiones".
Las heridas eran mortales de necesidad y Antonio falleció
casi inmediatamente.
"Sobre las 13.30 horas del mismo día 16 de agosto,
antes de que fuera descubierto el cadáver, los dos acusados se reunieron más de
una hora en el domicilio de Valencia de una hermana de la acusada, ausente en
esos días. Allí el acusado le relató los detalles de la acción homicida",
explica el fiscal.
"Durante ese encuentro, la acusada envió mensajes de
texto mediante la aplicación Telegram" al amante con quien había pasado la
noche anterior "proponiéndole relaciones sexuales para esa noche",
siempre según el relato del Ministerio Público.
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