La fachada del edificio consistorial de Moncada. EPDA Las leyendas de casas encantadas parece que solo existen en la gran pantalla pero en Moncada, un municipio de l'Horta Nord, traspasan ese límite con creces y la leyenda se convierte en realidad, recordando los sucesos paranormales del Palacio de Linares, en Madrid. El halo de misterio envuelve la sede del ayuntamiento en lo que es un secreto a voces, pero que casi nadie se atreve a contar.
Hace apenas unas semanas, nada más entrar por la puerta de la casa consistorial llamaba la atención el fuerte olor a incienso en la planta baja, como si de una iglesia se tratase, sobre todo en la zona del ascensor y en el primer piso, cerca de la sala Ausiàs March. A pesar de que todos los de la casa saben a qué se debe, impera el silencio.
Este periódico ha podido saber por fuentes cercanas, que se utilizó el incienso para mitigar el olor a vómito que desde hacía días sufrían las instalaciones sin una razón aparente. El servicio de limpieza había rebuscado por todas las estancias el origen de este olor sin hallar nada “físico” que pudiera justificarlo. El incienso tiene efectos aromáticos, pero su fragancia sirve también para ahuyentar los malos espíritus y limpiar el ambiente de energías negativas.
Esta no es la primera vez que el ayuntamiento se protege de los espíritus haciendo servir como arma ese humo eminentemente religioso que ya se ha convertido en algo habitual y que ha sustituido a los ambientadores en la sede municipal.
Sucesos extraordinarios
Este periódico ha hablado con algunos de los extrabajadores que han vivido muy de cerca las presencias o los fenómenos paranormales que se repiten desde hace años a cualquier hora del día, aunque son más intensos por la noche, y que fue una de las causas para trasladar el retén de la Policía Local, a parte de la razón “oficial” por la falta de espacio.
Según narran algunos testigos, el ascensor “parece tener vida propia”, “sube y baja sin que nadie lo llame” y es físicamente imposible que eso pase porque para que funcione es necesario apretar el botón. “Cuando iba a trabajar de noche al ayuntamiento porque tenía que hacer algo urgente, oía pasos, ruidos y también el ascensor, aunque no había nadie en el edificio”, comenta una exempleada, "pasaba miedo".
Cajones que se abren solos, pantallas que se encienden sin más, picaportes que se mueven sin que haya nadie a la otra parte, o ruido de pasos son otros de los fenómenos que crean un ambiente de inquietud entre empleados, políticos y usuarios, a pesar de que alguno afirma que “te acabas acostumbrando”.
La mayoría tienen experiencias paranormales y escalofriantes que han vivido en esta sede y lo peor es que los “espíritus” “no tienen vergüenza” y los sucesos ocurren incluso a plena luz del día. Pero quizás, lo que pone el vello de punta es el grito sobrecogedor de una mujer que se ha oído hasta en dos ocasiones en los últimos años, una de ellas en un acto municipal con numerosos testigos, y que emana del edificio sin saber muy bien de dónde.
Esto se suma al episodio que sufrió en una de las dependencias uno de sus alcaldes cuando se desprendió parte del techo de madera y tuvo que refugiarse bajo el escritorio. Lo cierto es que los testigos narran situaciones excepcionales con objetos que se mueven solos, y que acrecienta el miedo "físico" a estar en las dependencias municipales.
Tanto es el temor que despiertan los supuestos “fantasmas” que, según ha podido saber este periódico, las autoridades municipales recurrieron a la iglesia, pero se negaron a estudiar el caso al considerarlo fuera de sus competencias. No obstante, fuentes cercanas revelan que se ha contactado con el grupo Hepta, liderado por Aldo Linares, conocido medium por sus colaboraciones con el programa de Iker Jiménez, ‘Cuarto Milenio’ y que se dedica a la investigación de casos de actividad paranormal.
Edificio del siglo XVIII
La verdad es que se sabe poco del edificio al que se trasladaron las dependencias municipales en 1997. Fue en un principio Palacio de los Condes de Rótova, ubicado en el núcleo antiguo de Moncada. La construcción data del siglo XVIII y en sus orígenes fue de arquitectura barroca, aunque acabó derivando en estilo neoclásico.
A lo largo de su historia, el palacio ha recibido numerosos usos, desde residencia de verano de esta familia de nobles, hasta convertirse en el sanatorio psiquiátrico privado ‘Santa Bárbara’ en la posguerra, bajo la dirección de Carlos Rodríguez Cuevillas.
Además, en los años sesenta albergó a una comunidad de frailes combonianos, para después quedarse abandonado hasta que la administración local decidió rescatarlo y convertirlo en su sede a través de una rehabilitación mediante una escuela taller.
Teorías
Nadie se atreve oficialmente a asegurar las razones por las que ocurren estos fenómenos aunque por lo bajo, para este periódico, apuntan a la presencia sobrenatural de un “niño”, que bien podría haber sido un paciente del hospital o un familiar de los condes, pero cuya silueta se vislumbra en una fotografía antigua en una de las ventanas.
Otra teoría se basa en el hallazgo de una lápida durante la reforma del edificio no se sabe muy bien de quién, además, su ubicación está cerca de vestigios musulmanes. Un misterio que tendrán que resolver los especialistas y dilucidar si se trata de espíritus o más bien de una sugestión colectiva.
Una imagen antigua del edificio, antes de su rehabilitación. EPDA
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