Cartel ""Hoy no me puedo levantar". /EPDA Como si de un sueño se tratara se volvió a abrir el telón después que la última pandemia vivida, nos aparatara del ritmo y canciones que esta agrupación teatral nos tenía acostumbrados desde hace ahora dos lustros.
“Hoy no me puedo levantar”, ha sido el punto de retorno donde Toni Gabarda, Stefan Gabarda, Alejandra García, Pepe Silvestre, José Luis Bori, Adrián, Miriam Sabater, Bea Bori, Gloria Fernández, Raúl Navarrete, J. Karlos Llimera, David Marqués, Gloria Benavent, Ana Rodilla y María Marco, nos han hecho vivir escenas como “que una hembra gitana, conjuró a la luna hasta el amanecer y llorando pedía al llegar el día desposar un calé”.
O momentos de recuerdos en el que nos decían: “Las flores de mayo, poco a poco cederán a las patas de gallo. Y nos buscaremos con los ojos por si queda algo: ¡El siete de septiembre es nuestro aniversario y no sabemos si besarnos en la cara o en los labios”. También nos hicieron ver la realidad del olvido: Me cuesta tanto olvidarte. Me cuesta tanto olvidar quince mil encantos, es mucha sensatez. Y no sé si seré sensato lo que sé es que me cuesta un rato hacer las cosas sin querer.
Pudimos dar una vuelta honrando a Nicolás Bermejo: “Y los muertos aquí lo pasamos muy bien, entre flores de colores. Y los viernes y tal si en la fosa no hay plan nos vestimos y salimos para dar una vuelta, sin pasar de la puerta eso sí, que los muertos aquí es donde tienen que estar. Y el cielo por mí se puede esperar”.
Todo resulto impecable, mientras: “Nada tienen de especial. Dos mujeres que se dan la mano; el matiz viene después cuando lo hacen por debajo del mantel. Luego a solas, sin nada que perder tras las manos va el resto de la piel…”; “Mientras en la Tierra una gran fiesta. Gritos, risas, llantos y champán. Laika miraba por la ventana: ¿-Qué será esa bola de color? ¿Y qué hago yo girando alrededor?”
Hicimos una excursión recordando el verano: “Al ponerme el bañador me pregunto, ¿cuándo podre ir a Hawaii; Al untarme el bronceador me pregunto… Cuando podre ir a Bombay?” Mientras tanto se oían las voces que decían: “Lías cada día con el día posterior. Y entre día y día, lía con tus brazos un nudo de dos lazos que me ate a tu pecho, amor. Lía con tus besos la parte de mis sesos, que manda en mi corazón”.
En resumen que este grupo de artistas nos trasladaron a la década de los años ochenta donde nuestros pueblos se nos quedaban pequeños y el futuro estaba en Madrid, o en cualquier parte del mundo que proyectara un futuro maravilloso.
Por eso acabo este resumen colándome en una fiesta: “No me invitó, pero yo fui. Tras la esquina espero el momento, en que no me miren, y meterme dentro. Era mi oportunidad. Unos entran otros van saliendo. Y entre el barullo, yo me cuelo dentro. Ahí me colé y en tu fiesta me planté Coca-Cola para todos y algo de comer. Mucha niña mona pero ninguna sola, luces de colores, lo pasaré bien. Yo me preguntaba (¿Quién me la puede presentar?) Yo me preguntaba (¿Qué es lo que le voy a contar?)…”
Y yo me pregunto, ¿si en los pueblos no hubiera personas que lo dieran todo por los pueblos, que pasaría? Pues que espectáculos como este no tendrían vida, porque no es fácil organizar un evento de esta magnitud, donde más de cien personas se involucran, cantando en directo y bailando con rigor, haciendo feliz a un público que llena cada sesión el Auditorio de la Unión Musical Casinense, desde los artistas en las tablas, pasando por la Coreografía dirigida por Eva Lafuente y Gloria Fernández , los Coros, dirigidos por Tere Llavata y Mariola Cervera, los tramoyistas, la maquilladora y todo el conjunto de personas que lo hacen posible dirigidos por Salvador Marqués, consiguiendo cada vez que se levanta el telón que el pulso entre escenario y público sea un camino de gloria.
Enhorabuena a la Unión Musical Casinense, por hacer realidad el sueño de brindarnos estas maravillosas actuaciones: “Y en el reloj de antaño como de año en año. Cinco minutos más para la cuenta atrás. Hacemos el balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás. Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura “despistao”. Entre gritos y pitos, los españolitos: enormes, bajitos, hacemos por una vez, algo a la vez”.
Hacemos por una vez, algo a la vez: hacer pueblo, hacer cultura, hacer fiesta y hacer arte. Gracias a la Agrupación Teatral de la UMC.
Cartel ""Hoy no me puedo levantar". /EPDA
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