Vicent Mompó, en primer plano; y Natalia Enguix, en segundo. /DIPUTACIÓ VALENCIA"El máximo esfuerzo económico por corregir los agravios y atender las necesidad de los damnificados frente al giro ultraconservador y los recortes del Consell". Con esta frase resumía Carlos Fernández Bielsa, portavoz del PSPV-PSOE en la Diputación y alcalde de Mislata, la moción de su grupo para que la corporación provincial incremente el presupuesto destinado a cuestiones como memoria histórica, feminismo, Academia Valenciana de la Llengua (AVL) o políticas LGTBI+. Con esa propuesta, en la que apelaba al apoyo de la mayoría "progresista" de la corporación, en la práctica el grupo socialista buscaba hurgar en las posibles diferencias del equipo de gobierno, compuesto por PP y Ens Uneix, con el respaldo externo de Vox.
La vicepresidenta primera y diputada del partido comarcalista dejó claro desde el principio cuál iba a ser su posición en el pleno celebrado hoy. "Nos abstenemos porque no vamos a participar en un debate que no afecta a las competencias de Diputación. Somos más de hacer que de decir, por lo que vamos a financiar actividades de la AVL, ya que estamos en contra de esos recortes", fue la primera andanada oratoria de protección ante los misiles dialécticos del PSPV.
Sergio Pastor, diputado de Vox, elevó más a la refriega política. "Buscan demonizar a Vox para nadar en el fango. Su estrategia es la de intentar hacer creer que viene el fin del mundo; en cambio, los presupuestos de la Generalitat aumentan en mil millones de euros el gasto en sanidad, duplican las deducciones por hijos o incrementan las ayudas a alumnos con necesidades especiales. E invertimos 2.300 millones en reconstrucción tras la dana".
Josep Riera, portavoz de Compromís, sostuvo el envite del PSPV. "Esos presupuestos van en contra de los servicios públicos, de la escuela pública, y de la gente para salvar al presidente de la Generalitat", azuzó tirando de línea argumentaria de partido.
La diputada de Hacienda y alcaldesa de Carlet, Laura Sáez, no tuvo reparos en elevar, con su contundencia, el órdago verbal. "Intentan trasladar la política de Pedro Sánchez a la Diputación. Han ido cambiando de posición según sus intereses optando por la confrontación en lugar de por la cooperación. Igual (en alusión a Bielsa) quiere postularse como alternativa a Morant (la secretaria general autonómica del PSPV). La Diputación está movilizando más recursos que nunca y tiene presupuesto, al igual que la Generalitat, mientras que el Gobierno de España, no. Lo que importa es que recibamos ya el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
La abstención
Las réplicas de PP y Vox no interesaban a Bielsa. El portavoz socialista hurgó, en su primer turno de respuesta, en su objetivo mirando a Natalia Enguix. Pasó de la apelación a valores a mentar a su enemigo común político con un ataque directo. "Abstenerse es blanquear a Vox", soltó, para luego recalcar que "con o sin presupuesto el Gobierno de España ha movilizado 17.000 euros por la dana".
La diputada de Ens Uneix, poseedora del voto decimosexto que decanta la mayoría para un bando o para otro, no se inmutó. "Como partido independiente y municipalista trabajamos para contrarrestar a Vox, no para blanquearlo. Si Morant hubiera aprobado los presupuestos de la Generalitat como afirmó en un principio que haría no se encontrarían en esa posición. La responsabilidad aquí es de quien no ayuda a aprobar los presupuestos para reconstruir tras la dana. Los partidos progresistas se lo tendrían que hacer ver", remató con devolución del término fetiche 'progresista' incluida.
En esa línea, precisamente, incidió el portavoz de Vox, Sergio Pastor, en su segundo turno al afirmar, dirigiéndose al PSPV, que "si no les han gustado estos presupuestos, haber hablado con el PP".
Mientras que el orador de Compromís y exalcalde de Meliana retomó el argumento del PSPV aunque con un aldabonazo directo a Ens Uneix y a la Unión Municipalista de la que forma parte. "En Massamagrell tenemos el ejemplo de cómo han blanqueado a Vox gobernando conjuntamente" -sin subrayar las discrepancias que han generado al final la pérdida de alcaldía-, para, acto seguido, hacer una relación de pérdida de inversiones en la citada localidad de Meliana que atribuye a los presupuestos de la Generalitat para 2025.
Por su parte, la portavoz del PP, Laura Sáez, no redujo el nivel de la contundencia en la refriega política. "Hablan de insultos y valores y no aluden a sus socios a nivel nacional de Bildu, o a los separatistas, o a la izquierda que quería legalizar la ocupación de viviendas. Nosotros no mantenemos reuniones con fontaneros de partido".
Y saltó Bielsa
Llegó hasta el punto de que Bielsa, en su ya postrera intervención, desvió las coordenadas de su disparo dialéctico de Enguix al PP. "¡De qué van!", espetó. "Nos avergonzamos de los audios (de Santos Cerdán y Koldo). Nos entristecen. Pero ustedes no se avergüenzan de los de Zaplaya y Rus", continuó retrotrayéndose a la prehistoria de los casos de corrupción para enzarzarse en el ya manido "y tú más".
Llegó el momento de la votación y los dos bloques (PP y Vox, PSPV y Compromís) empataron a 15, con la abstención de Ens Uneix. Esto provocó que se repitiera el sufragio a mano alzado y que se produjera idéntico resultado, con lo que se impuso el rechazo a la moción por el voto de calidad del presidente, Vicent Mompó, del PP. La estrategia del PSPV de desestabilizar al ejecutivo local no surtió efecto y el pacto de gobierno PP-Ens Uneix cumplirá dos años sin más incidencias una vez superado el pleno de junio.
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