Diferentes proyectos en Valencia ciudad. EPDA Valencia se encuentra a la espera. Y es que, decenas de proyectos que debían marcar el futuro más inmediato de la capital del Turia se encuentran en una parálisis propia del cambio de ciclo político.
En esta línea, son diferentes las iniciativas que se encuentran a la espera de que el nuevo Ayuntamiento del Partido Popular, liderado por la alcaldesa María José Catalá, tome decisiones respecto a proyectos tan relevantes como la Plaza del Ayuntamiento, el PAI del Grao o la reforma de Pérez Galdós.
Todos ellos fueron pintados sobre papel por el anterior ejecutivo de PSPV y Compromís, algunos en unos plazos más avanzados que otros.
Ahora, la nueva alcaldesa y su equipo, deben decidir si los llevan adelante, los modifican parcialmente o, en el caso de que sea posible, desechan los proyectos actuales y empiezan de nuevo antes de elaborar los presupuestos, iniciando un proceso de “reevaluación” que promete revisar todas estas iniciativas.
Plaza del Ayuntamiento, el proyecto más esperado de la legislatura
Re-natura, el proyecto que pretendía transformar la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, está paralizado. Así lo aseguran desde el Ayuntamiento de Valencia.
El nuevo ejecutivo busca “disponer de tiempo suficiente para analizar con profundidad la propuesta ganadora” que salió del concurso realizado en 2022.
El ejecutivo evitó encargar la redacción del proyecto a la empresa y, si bien, parece que la iniciativa será “el punto de partida”, en palabras de Catalá, se espera que haya “margen para la negociación”.
El Ayuntamiento está dispuesto a hacer “más señorial” el proyecto y quiere además ganar visibilidad de los edificios, y es que, precisamente, la gran cantidad de arbolado y su impacto sobre las fachadas y la visibilidad de la mascletà, fueron algunas de las críticas que levantó el proyecto .
Precisamente, algunos de los puntos fuentes de este proyecto eran la sostenibilidad con grandes zonas verdes con arbolado y vegetación, con el objetivo de lograr un espacio inclusivo para actividades polivalentes.
Del mismo modo, estaba prevista la remodelación de la fuente para lograr una interactuación con el agua, así como cambios en la ubicación de los quioscos de flores.
PAI del Grao, el nuevo barrio que debe llegar
El PAI del Grao y el Parque de desembocadura serán los grandes proyectos de la nueva legislatura. Si bien, parece difícil que estén terminados en 2027, serán decisivos los avances que haga el actual Ejecutivo.
Por ello, parece lógico que el nuevo ejecutivo quiera dejar su impronta en uno de los diseños más relevantes de la historia de Valencia.
Y, de hecho, el planteamiento de Catalá para este espacio que debe acabar el último gran barrio de la ciudad en su encuentro con el mar, dista parcialmente del planteado en su momento por Sandra Gómez y Joan Ribó, que planteaban para la zona un gran delta verde frente al proyecto del PP que parece volver al primer diseño elaborado por el equipo de Rita Barberá.
La realidad es que el plan presentado en campaña por la líder del PP en la ciudad, María José Catalá, y el presidente del PPCV, Carlos Mazón, contempla soterrar las vías de tren y prolongar las avenidas de Francia y la Alameda. En palabras de Catalá el proyecto debe ser “la gran conexión de Valencia con el mar y una de las intervenciones de la fachada marítima de la ciudad”.
El proyecto pasa por el compromiso de la Generalitat para soterrar el Colector Norte y la obligación de que el gobierno central soterre las vías de tren en esta zona. No obstante, si por su parte, Compromís y PSPV proyectaron una solución temporal, que permitía ejecutar el proyecto saltando esta playa de vías, desde el nuevo ejecutivo abogan por adelantar el dinero para la redacción de proyectos de la prolongación del túnel para que más tarde Adif se encargue de devolverle las cantidades abonadas.
Reforma de Pérez Galdós: Reducir ruido sin colapsar el tráfico
Catalá quiere echarle una “pensaeta” a la reforma de Pérez Galdós. Especialmente porque por ella pasan cerca de 60.000 vehículos diarios.
El proyecto de reforma de la avenida Pérez Galdós y Giorgeta buscaba convertir en el proyecto “arrels” esta vía en un gran eje de biodiversidad. El plan incluía dos carriles por sentido para el tráfico, un carril bici bidireccional de unos 3 metros, así como la ampliación de aceras y la creación de lugares de encuentro.
No obstante, parece que el gran motivo de la discordia pasa por la supresión del túnel que facilita el tránsito de vehículos en esta calle. El plan de la izquierda pasaba por convertir el paso en un depósito urbano como reservorio y tanque de tormentas para utilizarla para el riego de la ciudad.
Sin embargo, los planes de Catalá no pasan por ahí. De esta manera, tal y como ha señalado la alcaldesa, ya se han encargado informes técnicos para “reducir el nivel de contaminación acústica” en sus viviendas, pero sin que ello obligue a la supresión del túnel.
El enfrentamiento entre PSPV y PP está servido, pues los socialistas advierten que esto puede llevar al Ayuntamiento a perder los 12 millones en fondos Next Generation que el gobierno central ha dispuesto para la obra, algo que en palabras de la alcaldesa “es mentira”.
A la espera de saber cuál es el proceder, la primer edil ha confiado en que se encuentre “una solución” que no provoque problemas de tráfico en el resto de la ciudad.
Adiós a la supermanzana
“No habrán más supermanzanas”. Así de tajante se ha mostrado la alcaldesa de Valencia sobre esos proyectos que comenzaron, con muchos detractores, en el barrio de la Petxina.
Estas actuaciones impulsadas desde el área dirigida por el PSPV buscaba “generar nuevos espacios compartidos para el encuentro, para crear un tejido social y cívico”. La única instalación puesta en marcha se transformó en una limitaba del espacio para circular y estacionar vehículos. Al tiempo que dotaba, sobre el asfalto coloreado, de bancos, maceteros y dotaciones para hacer deporte.
En este sentido, María José Catalá apuntó que este tipo de iniciativas “son una plaza pintada en el suelo”.En este sentido, desde el Ayuntamiento ya han advertido que habrán cambios en la iniciativa ya ejecutada en la Petxina, ya realizada. “Vamos a dar una pensada. Estamos observando cómo está funcionando porque no somos de tirar dinero a la basura, pero no es mi modelo y no van a haber más supermanzanas”, aseguró sobre este tema.
Pero hay dos intervenciones pendientes más. La primera en el barrio de la Roqueta, que estaba en estudio. La alcaldesa aboga por llevar a cabo allí un plaza “en condiciones”.
Sobre la de Orriols, cuyas obras ya están en marcha, pero, el Ayuntamiento no ha podido paralizar las obras, pero busca transformar el proyecto y convertirlo en una intervención clásica de reurbanización, pese al escaso margen de maniobra.
El Corredor Verde sobre las vías
El último conflicto entre PSPV y Partido Popular con el trasvase de proyectos ha venido de la mano del corredor verde, una iniciativa que debía encargarse de embellecer las vías del tren que cruzan la ciudad y desde la frontera con la V-30 hacer amables los barrios del extrarradio.
En esta línea, el proyecto de ampliación de cocheras anunciada por el Ejecutivo popular alteraría del trazado de este plan, el cual solo estaba plasmado de manera virtual. La nueva alcaldesa mostró en campaña su visto bueno sobre esta iniciativa aunque apuntó a que debe perfeccionarse para resolver los problemas de tráfico en los accesos por el sur. Demandó la creación de aparcamientos disuasorios y conexiones con la EMT hasta el centro de la ciudad. La última posición del ejecutivo sobre este tema es que el proyecto es "una entelequia".
Recreación de la Plaza del Ayuntamiento. EPDA
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