Recientemente,
la psicopedagoga Mar Romera, todo un referente nacional en inteligencia
emocional, impartió una conferencia en este colegio británico donde explicó
que “debemos tener muy presente que los chicos aprenden de nosotros. Por eso,
lo primero que tenemos que hacer es ser un buen espejo para ellos”.
Teniendo en cuenta que el
profesorado y las familias son el espejo donde los niños se miran para aprender,
desde Caxton College perseveran en establecer un fuerte vínculo con toda su
comunidad educativa, de forma que los valores y los mensajes que el colegio
transfiere al alumnado se refuercen e integren en los hogares.
Excelencia emocional compartida
“Es necesario que las
familias y los centros educativos nos conectemos con mayor intensidad para
asegurarnos de que trabajamos en el mismo equipo”, asegura Marta Gil, directora
de Caxton College. Los niños
necesitan referentes equilibrados emocionalmente, y si lo encuentran tanto en
sus hogares como en el colegio todo funcionará mejor. Por esta razón,
desarrollar un programa de actividades anual, que provoque la convergencia
entre las partes, resulta indispensable. “En el colegio contamos con
iniciativas como Tardes en las aulas con padres e hijos, también
invitamos a nuestras familias a que vivan experiencias solidarias o culturales en
nuestros mercadillos solidarios, exposiciones de arte y ferias de
libros para que compartan los mensajes que el colegio traslada a sus hijos.
Esto mismo ocurre con las visitas a las actividades extraescolares en las que
pueden comprobar cómo desarrollan sus habilidades para fomentarlas en casa. Así
mismo, la actividad un café en familia, en la que miembros de dirección charlamos
distendidamente con padres de nuestros estudiantes, está siendo muy bien
valorada. Otra iniciativa que acerca a nuestras familias al colegio es el Teachers
Appreciation Day. En definitiva, nuestras puertas están siempre abiertas a las
familias del colegio”, detalla Marta Gil.
Decididamente, con esta conexión se genera una comunidad educativa muy
enriquecedora en la que los alumnos se sienten seguros y encuentran una
excelencia emocional común entre sus familias y en su profesorado. En ese
punto, su cerebro está mejor preparado para el aprendizaje.
Tecnología: sumando responsabilidades
Para que el uso de la tecnología sea responsable, y se perciba como una
herramienta con un propósito únicamente educativo, Caxton College busca también
la implicación de sus familias con el fin de que entre el colegio y los hogares
haya una secuencia educativa. Para conseguir este propósito, este centro
educativo informa y ofrece recursos técnicos a sus familias, como programas que
restringen el uso de dispositivos digitales, para que, con el compromiso de
todos, se logre un equilibrio entre las bondades de la tecnología, como soporte
de aprendizaje, y los desafíos que ésta representa. “Trabajamos
juntos como una comunidad unida, bajo el lema One School, One Community,
para propiciar el mejor futuroa nuestros estudiantes”, concluye Cristina
Pérez
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