Proyección del futuro Parc de Desembocadura. /EPDA
Terrenos del PAI del Grau. /EPDAValencia afronta un año de metamorfosis. Para el actual 2025 está prevista la ejecución, total o parcial, de grandes proyectos que comportarán cambios en la fisonomía de la ciudad. La reforma de la plaza del Ayuntamientos se halla en el epicentro de ese debate transformador; no obstante, existen otras actuaciones relevantes a desarrollar, como el denominado Parque de Desembocadura, la reforma de la Estación Central, los PAIs de Benimaclet o Grao, la inauguración del Roig Arena o la implantación de la Línea 12 de FGV.
No se trata de las únicas intervenciones urbanísticas, aunque posiblemente sí de las que más impacto tendrán en Valencia. Abarcan tanto centro, con un lugar tan paradigmático como la propia plaza consistorial o el entorno del edificio modernista de la Estación del Norte y su engranaje con la futura Estación Central, que será subterránea, como periferia.
El epicentro urbano mantiene la impronta de las grandes macetas con las que lo decoró el por entonces concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, en pleno confinamiento, en 2020. La entrada de la actual alcaldesa popular, María José Catalá, apenas ha supuesto una variación, a pesar de anunciar cambios desde antes de su investidura.
La máxima munícipe ha aludido en diferentes ocasiones a la modificación que se producirá, aunque sin acabar de dar pistas. Sus últimas afirmaciones al respecto se han referido a una reforma “más ligera y menos costosa”, aunque sin mayores detalles respecto a retoques en el diseño frente a las críticas de la oposición que habla de “un año y medio perdido” desde el acceso de Catalá a la vara de mando.
Estación Central
A apenas medio kilómetro del edificio consistorial se sitúa la icónica Estación del Norte, cuyo edificio tendrá nuevos usos en el futuro cuando se encuentre operativa la esperada Estación Central. Precisamente para estrenar el año, a comienzos de enero, Adif Alta Velocidad, organismo dependiente del Ministerio de Transportes, anunció la licitación de la redacción del proyecto de la futura Estación Central.
De ella se sabe que será subterránea, con las vías soterradas a lo largo de unos 1.200 metros desde el final de las obras del denominado Canal de Acceso y que integrará servicios ferroviarios de ancho convencional y estándar. Se trata de una macrointervención que incluirá aparcamientos públicos, enlaces con estaciones de metro, zona de andenes o áreas comerciales y de restauración. El retraso de décadas en su desarrollo, con la implantación de por medio de la estación provisional, ha generado un escepticismo social que la licitación puede atenuar.
Pabellón y desembocadura
En cambio, no existe duda sobre la apertura de la instalación de promoción privada para uso en acontecimientos públicos más relevante de los últimos tiempos: el pabellón Roig Arena. Con una inversión cercana a los 300 millones de euros por parte del empresario del mismo apellido y con una capacidad que rondará los 16.000 espectadores en lospartidos y duplicará la de la actual sede del Valencia Basket, tiene ya importantes conciertos previstos a partir de septiembre.
Falta concretar la fecha de la inauguración oficial de esta construcción que urbanísticamente revolucionará uno de los entornos que más ha evolucionado de Valencia en las últimas décadas, desde Hermanos Maristas a Antonio Ferrandis, con la Ciudad de la Justicia o el Centro Comercial El Saler como grandes edificaciones en sus proximidades.
Un poco más hacia el sur de estos edificios ya asentados en el entramado urbano se sitúa el Parque de Desembocadura, la expansión natural –en la actualidad cercenada por las vías del tren- del Jardín del Turia. Alrededor de 100.000 metros cuadrados de zonas verdes estirarán hasta el litoral marinero el principal espacio de paseo y carrera de la capital.
La alcaldesa ha calificado esta intervención como “clave para resolver el encuentro de Valencia con su fachada marítima” y ha manifestado su intención de aprobar antes de verano un proyecto que incluirá los imaginables espacios verdes y carril bici y otros no tan pronosticables como un anfiteatro o islas fluviales.
PAI del Grao
En sus aledaños se ubicará el Programa de Actuación Integrada (PAI) del Grao, con una previsión de 2.550 viviendas –de las cuales 450 serán de protección pública- y 160.000 metros cuadrados. Contempla igualmente 95.000 metros cuadrados de techo para uso terciario que englobará desde oficinas hasta locales comerciales y de hostelería. El actual equipo de gobierno ha destacado como una de sus prioridades el impulso de esta zona de expansión urbanística que, desde que se aprobó en 2011, ha sufrido numerosos contratiempos.
Línea 12 de Metrovalencia
Sus moradores, al igual que, por ejemplo, los de Nazaret, podrán utilizar la futura Línea 12 de Metrovalencia cuando entre en vigor. Les llevará hasta el actual recinto hospitalario de La Fe y, en general, al barrio de Malilla. Enlazará con la más reciente incorporación al trazado ferroviario, la línea 10.
¿Para cuándo? Se trata de una de las grandes incógnitas y la cuestión que menos precisan en sus presentaciones los responsables políticos. Teóricamente este 2025 todas las actuaciones citadas recibirán un impulso definitivo para configurarse.
Como el PAI de Benimaclet, con sus 1.345 viviendas previstas -400 de protección- que ya obtuvo el pasado 2024 la autorización de Conselleria de Medio Ambiente tras años de polémica sobre su impacto ambiental. Son hitos de la Valencias inminente que comenzarán a asentarse este 2025.
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