Daño de la piedra. /EPDASobre ser el primer día que en el mes de mayo nos sorprendió la lluvia, esta no vino sola, vino acompañada del granizo que además de desagradable causa graves daños.
Alrededor de las dieciséis treinta horas empezó la mencionada lluvia que nos dejó sobre treinta y siete litros, en una media hora escasa y como digo acompañada de granizo.
En algunas partidas del campo se han visto dañadas las cosechas, pues la presencia del granizo afecta particularmente a las zonas donde se produce la descarga de estas temidas tormentas.
Hoy he recorrido parte de las zonas afectadas, se ve la tierra mojada y con abundantes charcos entre los árboles, dadá la cantidad de agua llovida, la tierra no se la ha tragado.
La lluvia siempre es una bendición pero el granizo lo podemos considerar como una maldición, pues el daño ocasionado es de presente y futuro.
Mayo y junio son dos meses temidos en el mundo agrícola por la coincidencia de granizadas, repasando el refranero popular una de las épocas con más incidencia es la que se aproxima a la Octava de Corpus, que este año cae a finales de junio.
Aunque en Casinos el granizo ha ocasionado daños considerables, desde estás líneas expreso mi (que hago extensiva a los lectores como “nuestra”) consideración y solidaridad a nuestros vecinos de Villar del Arzobispo y Losa del Obispo, donde la piedra cubrió tierras, calles y plazas.
En Casinos en un corto plazo de tiempo se podrán evaluar los daños ocasionados a las diferentes cosechas agrícolas.
José Salvador Murgui Soriano.
Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la RACV.
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