Vías del tren al sur de la capital tras el paso de la dana de octubre de 2024. / Foto: Biel Aliño (EFE)Los muros y terraplenes que rodean varias pedanías del sur de Valencia, como la Torre, el Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral, fueron uno de los factores que agravaron las graves inundaciones registradas durante la dana del 29 y 30 de octubre de 2024. Así lo ha reconocido el gobierno municipal, que ha presentado alegaciones al Plan de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) con el objetivo de “evitar la repetición de aquellos episodios y mejorar la capacidad de drenaje del territorio”.
El concejal del Ciclo Integral del Agua, Carlos Mundina, ha explicado que las propuestas municipales “van dirigidas a evitar los muros que favorecieron la inundación de las pedanías del sur durante la dana” y que buscan “una solución técnica equilibrada entre la protección urbana, la seguridad y el respeto a la huerta”.
Entre las principales alegaciones, el Ayuntamiento plantea dos actuaciones preventivas. En el caso de la pedanía de la Torre, propone habilitar zonas de almacenamiento controlado de agua junto a las vías de cercanías, donde el plan de la CHJ ya identifica el punto con mayor nivel de inundación. “La plataforma ferroviaria, con sus terraplenes altos e impermeables, actuó como una barrera que impidió el desagüe natural del agua”, explica Mundina.
Para paliarlo, el consistorio propone la creación de zonas de almacenamiento longitudinal junto a las vías del ferrocarril, reforzadas con depósitos subterráneos, que se conecten por gravedad con el nuevo cauce del Turia. Además, sugiere “aumentar la permeabilidad de la vía en algunos puntos estratégicos” y aprovechar áreas de huerta sin actividad industrial para facilitar el drenaje natural.
En cuanto a las pedanías del Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral, el Ayuntamiento plantea una solución conjunta basada en la prolongación del canal del Ribàs a modo de colector o assarb, que conduciría el agua hasta el nuevo cauce del Turia y, desde allí, al mar. El consistorio precisa, no obstante, que “ninguno de los tramos debe soterrarse, dada la proximidad de las viviendas”.
Según el informe municipal, la prolongación de este canal “solucionaría no solo el drenaje del Forn d’Alcedo, sino también el de Castellar”, reduciendo así los episodios de inundación en todo el margen derecho del nuevo cauce del río.
La dana evidenció las carencias de los pueblos del sur
La dana dejó acumulaciones de agua sin precedentes en los pueblos del sur, con calles convertidas en ríos, viviendas anegadas y graves daños en infraestructuras agrícolas y urbanas. El análisis posterior de la CHJ, elaborado a través del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), determinó que las infraestructuras existentes —especialmente muros, terraplenes y puentes— obstaculizaron el recorrido natural del agua por escorrentía superficial, provocando desbordamientos y roturas puntuales.
Los estudios recogen también el impacto de las crecidas de los ríos Magro y Júcar, así como de los barrancos del Poio, Pozalet y la Saleta, que contribuyeron a la saturación del sistema de drenaje y a la acumulación de sedimentos en la Albufera.
Las alegaciones municipales al plan de la CHJ no se limitan a las dos propuestas técnicas. El Ayuntamiento solicita también que las ayudas para la reparación de viviendas y edificios se amplíen a particulares, comunidades de propietarios y entidades privadas afectadas, y que se incluyan estudios específicos sobre la cuenca de los barrancos del Poio y la Saleta.
Según Mundina, “es necesario un estudio conjunto de ambas cuencas para determinar qué actuaciones pueden reducir el riesgo de desbordamientos en los márgenes del nuevo cauce del Turia”, ya que “el sistema actual sigue siendo vulnerable si no se aborda de manera global”.
El concejal ha recordado que muchas de las actuaciones previstas por la CHJ “ya están en marcha o finalizadas”, pero ha reclamado que las nuevas medidas de prevención se basen “en soluciones basadas en la naturaleza, recuperando el dominio público hidráulico y mejorando la conectividad de las aguas superficiales con el territorio”.
En este sentido, ha destacado la importancia de proyectos como la Vía Verde del barranco de Poio y el desvío del barranco de la Saleta hacia el nuevo cauce del Turia, siempre que “no aumente el riesgo de desbordamiento del río en ninguno de sus márgenes”.
Por último, Mundina ha subrayado que el cronograma del plan de la CHJ prevé actuaciones para 2026 en los barrancos de la Saleta y del Poio, pero todavía no contempla la adecuación definitiva del nuevo cauce del Turia, una obra que, según el Ayuntamiento, “deberá consensuarse previamente y ejecutarse simultáneamente con las conexiones de los barrancos”.
“Nuestro objetivo es que lo que ocurrió el 29 de octubre no vuelva a repetirse”, ha concluido el concejal. “Debemos aprender de aquel episodio y actuar con previsión para proteger a los vecinos de los Pueblos del Sur y garantizar la seguridad de todo el término municipal ante futuras lluvias torrenciales”.
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