La ermita ubicada en el Pantano. EPDA
El interior del recinto sagrado. EPDA
El altar de la ermita. EPDA Los vecinos de la urbanización del Pantano de Torrent podrán volver a celebrar las eucaristías en la ermita María Asunta al Cielo, cerrada durante algo más de un año por discrepancias con un heredero de la familia que cedió el terreno hace casi medio siglo.
El juzgado de instrucción número 2 ha resuelto cautelarmente que las puertas del templo vuelvan a abrirse y ha hecho entrega de las llaves al arzobispado. Aunque el proceso judicial sigue adelante, los residentes han recibido la noticia con satisfacción y han organizado una misa en el recinto sagrado el domingo 16 de abril que estará presidida por el Obispo emérito auxiliar de Valencia Esteban Escudero, acompañado de autoridades eclesiásticas. El acto está abierto a autoridades civiles y políticas, así como a todo el vecindario.
El edificio se construyó en 1970, tras la donación del terreno a las Asociación de Vecinos del Pantano por parte de la familia Asunción Planells y Francisco Gozalvo con el único requisito de que estuviera dedicado al culto. Fueron los residentes los que se encargaron de la construcción que concluyó en 1970 y de vestirla con todo lo que hay en su interior, imágenes, altar y mobiliario.
Y así ha sido durante todo este tiempo en el que el templo ha acogido todo tipo de ceremonias, como bautizos, comuniones, matrimonios, bodas de oro y la misa de los domingos. Además, ha sido el punto neurálgico de las fiestas de la urbanización que se celebran con actos religiosos el 15 de agosto.
Cambio de cerradura
La alarma se disparó cuando el cura de la Sagrada Familia de Torrent, que se hace cargo de la ermita, comprobó que una persona había cambiado la cerradura de la iglesia y que por tanto, se había roto el contrato verbal con la familia que cedió el solar. Estos hechos sucedieron en el mes de marzo de 2022 y provocó que se iniciara un proceso judicial que todavía no ha concluido y en el que se ha llamado a varios testigos por ambas partes.
“Para nosotros su reapertura es muy importante”, recalca el presidente de la asociación vecinal, Ernesto Mateu, “es como si se abriera de nuevo”, añade, puesto que el recinto sagrado les ha acompañado en sus celebraciones durante casi medio siglo. "Ahora es como si el bien hubiera vencido al mal”, concluye.
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