Monumento fallero. EFEEl mes de marzo, y sin Fallas a la vista. Es una sensación del todo anómala para los valencianos, que asocian los últimos días de invierno con el bullicio, la masificación, la cultura y la pólvora. Sin embargo, la situación sanitaria, y el estallido de la tercera ola de la pandemia tras las fiestas navideñas, han eliminado cualquier posibilidad de organizar unas fiestas josefinas, al menos, en el primer semestre del año.
Ese es el acuerdo al que llegaron las entidades festivas, junto al Ayuntamiento de Valencia, con la Conselleria de Sanitat Universal, en la última reunión de coordinación que tenía como objetivo dar una solución a la fiesta más multitudinaria de la Comunitat Valenciana. Ahora, a la espera de que la situación sanitaria mejore, paralela al aumento del ritmo de vacunación, todas las esperanzas del mundo fallero se depositan en unas fiestas tardías a partir del mes de junio.
Y es que, calendario en mano, hay cuatro opciones que ganan posiciones ante estas hipotéticas fiestas. Dos de ellas serían fiestas estivales, mientras que la tercera opción se trasladaría ya a la estación de otoño. Por lo que, el abanico es todavía amplio.
El primer escenario sería en el mes de julio, concretamente del 14 al 18 de este mes, intentando respetar en mayor parte los días falleros (del 15 al 19), y aprovechando que el día 18 de julio sería domingo. Esta es la opción que una gran parte del sector fallero más ha respaldado, por la facilidad para combinar las fiestas con la Feria de Julio, aprovechar vacaciones escolares, no alterar, demasiado, el ciclo fallero de preselecciones y elecciones, y comenzando un ejercicio “ordinario” de cara al otoño para todas las agrupaciones. Asimismo, diferentes agrupaciones de la máxima categoría también se han mostrado favorables a esta opción, donde hay una mayor facilidad de aprovechar el turismo estival. Sin embargo, la cercanía de la fecha, sería el principal inconveniente, ya que, parece poco factible haber alcanzado una inmunidad de rebaño para el mes de julio.
La segunda opción, sería llevar a cabo las fiestas, en la primera semana de septiembre, con los colegios a punto de comenzar, y todavía pudiendo aprovechar el buen tiempo.
De esta manera, del 1 al 5 de septiembre, se aprovecharía el fin de semana, y que todavía hay una gran cantidad de gente de vacaciones, sería otra opción asumible. Asimismo, el tiempo templado de esa época, facilitaría organizar actividades como la ofrenda o las mascletaes en una situación similar a la de unas Fallas tradicionales.
Una realidad que debería modificarse por las elevadas temperaturas de unas fiestas en pleno verano. De hecho, esta fecha ha sido anunciada ya por diferentes Juntas Locales para organizar las fiestas.
La tercera idea, y una de las favoritas de las administraciones a la hora de conseguir ganar tiempo al virus, sería llevar las fiestas josefinas al mes de octubre. El puente de octubre sería el momento elegido para celebrar unas Fallas otoñales. En concreto, la fiesta comenzaría el viernes 8 para terminar el martes 12, Día de la Fiesta Nacional, y combinando también los actos previstos por el Día de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, el mal tiempo que suele acompañar a estas fechas es un inconveniente a tener en cuenta, y que podría dejar unas fiestas arruinadas por la lluvia y el viento, que el sector fallero lleva ya demasiado tiempo esperando.
Todo ello, a la espera de ver como avanza el virus y el ritmo de vacunación en la población española. Si finalmente las fiestas pueden celebrarse, quedará por definir tanto el calendario, como los actos que podrían o no llevarse a cabo, ante la previsible inviabilidad de poder darse grandes concentraciones de personas.
Y es que, la cuarta opción, pasaría por un nuevo emplazamiento de la fiesta a marzo del próximo año, tal y como ya pasó con las Fallas de 2020, que nunca se llegaron a celebrar. Es el escenario menos deseable, pero que sigue sobre la mesa si el virus sigue dando problemas en la segunda mitad del año. Lo que sería a todos los efectos una cancelación de las fallas.
Iba a ser el espectáculo que devolviera la esperanza a la ciudad durante la semana fallera, pero finalmente la abrupta cancelación de una ‘Nit del Foc’ para contemplar desde los balcones y las azoteas ha provocado el enfado de todo el sector pirotécnico.
El motivo, el informe de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública que advertía del “alto riesgo de incumplimiento de la normativa de distanciamiento social y seguridad por parte de sectores significativos de población, que podría ser de difícil gestión por las autoridades locales” si se llevara a cabo el espectáculo.
Sin nit del foc, pero con ofrendas
En este sentido, el documento subrayaba que “es posible que se generen situaciones que incrementen el riesgo de difusión de la pandemia”, además de incidir en “el riesgo de que se produzcan aglomeraciones en las terrazas de los edificios de viviendas depersonas de diferentes unidades de convivencia para observar el disparo en mejores condiciones”.
Ante este informe, que cuestiona la viabilidad del espectáculo tal y como era entendida este pasado martes en la Comisión Mixta Generalitat-Ayuntamiento de Seguimiento de la COVID-19 en València, y dada la “difícil gestión” que el propio informe señala y que se ha corroborado con los servicios de Policía Local y Bomberos, el Consistorio anunció que no podía seguir adelante con la organización de este espectáculo pirotécnico propuesto por Piroval.
La situación ha provocado el malestar de la Asociación de Pirotécnicos de la Comunitat Valenciana que ha anunciado su intención de dejar de hacer ‘mascletaes’ en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia por el ‘maltrato’ recibido por parte del Ayuntamiento.
En este sentido Piroval se ha mostrado muy “molesta” con la prohibición del uso y disparo de artificios pirotécnicos de venta al público, de baja contaminación acústica. ‘’Ninguna de las empresas asociadas a Piroval va a tratar directamente con el Ayuntamiento de Valencia, para efectuar disparos o trabajo alguno, en las próximas campañas festivas”, aseguró la entidad en un comunicado.
Así se mostró José Manuel Crespo, de Pirotecnia Valenciana que lamentó que tras anunciar la suspensión “nadie se ha puesto en contacto con nostros”. En esta línea, el artesano lamentó que “se había estado trabajando ya, se habían designado a las empresas que iban a participar en el evento piroténico y solo quedaba concretar algunos puntos de disparo”.
El responsable censuró la decisión de Sanidad “cuando durante el verano se han podido realizar actos de mayor embergadura con medidas de seguridad y sin producir situaciones de riesgo”.
El pirotécnico recordó que incluso se hizo “en el 9 d’octubre donde se llevaron a cabo mascletaes con toda seguridad y con espectadores limitados”.
Del mismo modo ha recordado que “mientras que otros Consistorios si que lo permiten, en Valencia, se ha preferido optar por mantener la prohibición de los petardos, algo que hubiese servido de una ayuda”.
“Estamos cansados y decepcionados con el Ayuntamiento de Valencia por las diferentes posturas que va tomando, y especialmente después de estar tantos años disparando mascletaes por un 20% de lo que realmente valen en la plaza del Ayunamiento, para que todos los sectores ganen dinero menos el pirotecnico, siendo el único que arriesga”, ha criticado Crespo .
“Valencia es un espejo”, ha advertido el pirotécnico, “no disparar aquí, va a provocar que muchos otros municipios tampoco lo hagan, y nosotros estamos en una situación muy delicada y lo único que queremos es trabajar, porque nuestras empresas asumen mucho gasto en garantías y en seguridad y no podemos perder el material porque ha costado mucho dinero comprarlo y mantenerlo”.
Finalmente podrán celebrarse los actos religiosos que desde la Basílica de la Virgen se habían estado impulsado durante los primeros días de marzo. Inicialmente, Barceló recordó que estab prohibida “cualquier celebración” con motivo de las Fallas y que se mantendrá una reunión “con los tres vicarios generales de las tres provincias” sobre este asunto.Barceló abogó por ser “prudentes”, después de que la Basílica de la Virgen de los Desamparados instara a que la ofrenda se realizase acudiendo a las parroquias de los barrios, hecho que el Arzobispado de València ya propuso el pasado febrero. Tras una negociación se ha abierto la mano a este tipo de actos.
A pesar de todo, la responsable recordó que: “sea quien sea quien realice una convocatoria, tiene que pensar que no se va a permitir”,, quien también subrayó que: “no podemos permitirnos que haya actividades que nos hagan pensar que se pueden producir concentraciones”.
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