La asociación Salvem la Torre del Pirata Pulmón verde de Godella presenta una denuncia formal ante la Guardia Civil contra la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana y el ayuntamiento de Godella en la que se les acusa de permitir y avalar la destrucción de un importante conjunto patrimonial romano localizado en los sectores 31 y 32 de la Cañada de Trilles.
La denuncia se sustenta en los resultados de las excavaciones arqueológicas promovidas por la empresa Bertolín, constructora responsable del PAI de urbanización, que revelaron la existencia de una serie de elementos de altísimo valor histórico: parte de un acueducto romano, la llamada “Torre del Pirata” y cinco canteras antiguas, una de ellas de arena y las otras cuatro destinadas a la extracción de piedra caliza mediante métodos tradicionales.
Pese a que todos estos elementos han sido documentados en su integridad por un equipo arqueológico, los hechos constatados sobre el terreno han activado las alarmas: sólo la Torre del Pirata y la cantera número 5 han sido conservadas. El resto de las canteras —asociadas visual y técnicamente al acueducto romano— han sido arrasadas con maquinaria pesada. Por su parte, el acueducto ha sido dañado por la instalación de un container metálico promocional, en pleno corazón del yacimiento, que altera la percepción paisajística y la integridad de la estructura milenaria, según señalan desde el colectivo.
Desde Salvem la Torre del Pirata "denunciamos que la única cantera preservada es la que no contenía restos visibles de bloques tallados, mientras que las otras —ricas en enclaves históricos, marcas de escoda y signos evidentes de explotación romana— han sido ignoradas por la conselleria, que basó su dictamen “en una interpretación errónea de las evidencias arqueológicas”.
“La presencia de marcas de herramientas modernas no implica que la cantera sea moderna”, señalan desde la asociación, y explican que en numerosas canteras romanas en el Mediterráneo se han documentado estos impactos sin que por ello se haya puesto en duda su origen histórico. “Un muro romano con impactos de bala del siglo XX no es un muro moderno”, subrayan, “y ese principio básico no se ha aplicado aquí”.
Acceso público
La denuncia también alerta sobre el hecho de que el acueducto se encuentra parcelado y podría integrarse de forma privada en las nuevas viviendas, de modo que se impide el acceso público a un bien que durante siglos fue de uso colectivo y que forma parte del legado histórico común. “Lo que durante 2.000 años ha sido público, en unos meses se convertirá en un decorado fragmentado entre setos y piscinas privadas”, lamentan desde Salvem.
Además, se denuncia “la falta de exposición pública del proyecto, lo que ha impedido la presentación de alegaciones por parte de la ciudadanía y expertos”. Tampoco consta, hasta la fecha, “la publicación de ningún informe oficial de Patrimonio que autorice la destrucción de las canteras".
Salvem ha documentado estos hechos y presentado reclamaciones y comunicaciones ante diversas instancias: desde el Ayuntamiento de Godella y las consellerias competentes, hasta la Agencia Valenciana Antifraude, el Síndic de Greuges, el Consell Jurídic Consultiu, e incluso el Parlamento Europeo, donde la petición ha sido admitida y será defendida próximamente ante una comisión.
Desde el colectivo se exigen varios puntos, tanto al Ayuntamiento de Godella como a la conselleria. Por una parte, que demuestren que no han autorizado la destrucción de las canteras, o en su caso, expliquen públicamente los criterios que han justificado dicha desprotección, al mismo tiempo que recuperen aquellas partes que se puedan salvar todavía. Además, piden que paralicen de inmediato las obras sobre el acueducto, y eviten su integración fragmentada en propiedades privadas y modifiquen el proyecto urbanístico, incorporando de forma explícita y visible todos los restos arqueológicos en la planificación de las nuevas viviendas.
Por último solicitan que permitan el acceso ciudadano a estos elementos patrimoniales y se complemente con plantas bajas diáfanas, espacios verdes integrados o trazados de sótanos que eviten la afección de los restos.
"La defensa del patrimonio natural y arqueológico de Godella no es una cuestión menor ni localista, sino una obligación legal, cultural y moral que interpela a las administraciones públicas y a toda la sociedad valenciana. La destrucción de un acueducto romano y de unas canteras milenarias, sin transparencia ni participación, es un atentado contra la historia, el paisaje y el derecho de las generaciones futuras a conocer su pasado", concluyen.