Personal técnico toma muestras de la Real Senyera de 1545. / Foto: Aj. ValenciaValencia tendrá una nueva Real Senyera. Una nueva réplica, claro, ya que la original se conserva en el museo histórico municipal de la capital. El Ayuntamiento iniciará este otoño la licitación para la elaboración de la reproducción. El objetivo es que esté lista a finales de 2026 y que pueda desfilar en la procesión cívica del 9 d’Octubre de 2027.
El Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico ya ha redactado los pliegos técnicos, que serán remitidos al Servicio de Contratación en las próximas semanas. Según recoge la documentación, la nueva Senyera deberá elaborarse con la mayor fidelidad posible a la bandera original de 1545, tanto en materiales como en técnicas de confección. Para ello se han tomado muestras y se ha realizado un estudio detallado de la réplica de 1928, con el fin de cotejar y documentar los elementos reproducibles.
La empresa adjudicataria tendrá que entregar la Senyera completamente acabada y montada sobre el asta, lista para ser portada en la procesión cívica. Los técnicos municipales se encargarán de fijar el remate superior reutilizado de la bandera de 1545, al que se coserá un nuevo lambrequín y se incorporarán cordones y borlas siguiendo el modelo histórico. Las referencias cromáticas se basarán en el catálogo de muestras elaborado a partir de la enseña original en 2023, custodiada en el Museo Histórico Municipal.
Una enseña histórica y ceremonial
La Real Senyera es la bandera privativa de Valencia y, en sus orígenes, encabezaba la milicia urbana en defensa de los fueros y privilegios de la ciudad, portada por el justicia. Se desplegaba en espacios visibles como la sala del Consell o las murallas y convocaba a los caballeros y milicias con pregones y toques de campana. Con el tiempo, pasó a desempeñar un papel ceremonial y se incorporó a los actos solemnes de la ciudad.
La enseña que se conserva en el Museo Histórico Municipal, tradicionalmente fechada en 1545, sufrió un notable deterioro debido a su uso continuado. Por ello, en 1927 el Ayuntamiento encargó al maestro Eduardo Sanchis Romero la confección de un facsímil, que empezó a utilizarse en las celebraciones oficiales a partir de 1928. Sin embargo, tras casi un siglo, esta réplica presenta un grave deterioro, lo que ha llevado al consistorio a promover la creación de un nuevo ejemplar que garantice la continuidad de la tradición sin poner en riesgo el patrimonio original.
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