Vecinos de Paterna denuncian la paralización de las obras de desdoblamiento de las vías en Fuente del Jarro

La Aliança per l’Emergència Climàtica y la Asociación Vecinal de La Canyada han denunciado que las obras de duplicación de las vías del metro en el tramo de la Fuente del Jarro, que servirá para poder implementar las frecuencias de 12 minutos en la línea 2 desde Santa Rita, están totalmente paralizadas. Por todo esto, advierten de que están preparando medidas de presión para que los próximos presupuestos autonómicos incluyan partidas para la finalización de las obras y para personal, para poder tener operativas las frecuencias de 12 minutos en 2025.

Las previsiones eran que acabaran en junio pasado, ya que están muy avanzadas, "pero por lo visto la Generalitat no ha aportado el dinero que falta, que después se le retornaría de los fondos europeos destinados a esta obra". Mientras tanto, las personas usuarias de la linea 2 del metro tienen que continuar soportando, a partir de Santa Rita y hasta Llíria, unas frecuencias de media hora entre semana (excepto unas pocas franjas de 15 minutos) y 40 minutos los fines de semana, como señalan.

Después de mucha presión ciudadana, como la de la Plataforma 15 minutos, la Generalitat decidió invertir en la línea 2 desdoblando vías para poder tener frecuencias de 12 minutos, que tenían que haber estado plenamente operativas el año 2023. Ahora, la paralización de las obras produce la indignación en las dos entidades que se preguntan "cuándo se retomarán las obras y qué otras cuestiones pondrá por delante la Generalitat para dejar paralizada una obra de tanto presupuesto, y si se arriesgará a perder los fondos europeos". 

A pesar de las bajas frecuencias, la población usuaria se ha multiplicado, y la mayor afluencia de población, especialmente joven, está colapsando los convoyes. Por eso, es absolutamente necesario que FGV aumente las frecuencias aportando más presupuesto, no solo para acabar la obra de la Fuente del Jarro, sino para contratar maquinistas, personal de mantenimiento y todo lo necesario para poner en marcha las frecuencias de 12 minutos, y así dar respuesta a la demanda actual y futura.

En diversas entrevistas de las dos entidades con Alfonso Novo, gerente de FGV, y otros directivos de Ferrocarrils, les plantearon la necesidad de acabar las obras con urgencia, y se les remitió a la Conselleria de Infraestructuras, ya que FGV depende del presupuesto de la Generalitat. Pero hasta el momento el nuevo secretario autonómico de transportes no ha dado ninguna explicación a las entidades sobre el estado de las obras ni de la dotación presupuestaria para 2025.

A finales de los años 80, cuando se inauguró el metro y se mantuvieron las infraestructuras de los ferrocarriles de vía estrecha (FEVE), las frecuencias eran de un convoy cada media hora, y estas frecuencias son básicamente las mismas, a pesar de que se han más que multiplicado las personas usuarias por el aumento de población residente en barrios como La Canyada o pueblos como L’Eliana, que antes eran zonas de veraneo y ahora acogen población que vive todo el año y que demanda un servicio público decente que permita dejar el coche en casa. 

Las frecuencias de 30 minutos dificultan que las personas puedan acceder a sus trabajos o actividades de manera normal, porque perder un convoy supone esperar media hora, y eso trastoca los planes de muchas personas, que optan por el coche a falta de buenas frecuencias. Es el caso de los trabajadores de la Fuente del Jarro, donde básicamente se usa el coche para los desplazamientos al trabajo, con lo que supone de aumento de contaminación y embotellamientos diarios en las entradas y salidas. 

Además, el resto de la línea 2, que transcurre por el núcleo de Paterna o Benimàmet, tiene frecuencias de 15 minutos, completamente insuficientes para dar un buen servicio. Las frecuencias de 12 minutos supondrán reducir a 6 minutos las frecuencias desde Paterna hasta València, una mejora significativa que equipararía estos núcleos urbanos a otros de las áreas metropolitanas de Madrid o Barcelona, donde las poblaciones alejadas hasta 20 km de la capital tienen frecuencias de entre 5 y 10 minutos.