Varios ejemplares de pinos en La Canyada de Paterna. EPDALa Asociación en Defensa del Arbolado de Paterna (ADAP) ha lanzado una campaña de recogida de firmas para exigir al Ayuntamiento que paralice la tala autorizada de 52 pinos y yucas, una medida que consideran innecesaria y muy perjudicial para el entorno natural y el bienestar del barrio. La petición ya ha reunido más de 700 firmas en un tiempo muy breve en un plataforma de internet.
Según los promotores de la iniciativa, el Ayuntamiento ha aprobado un decreto para eliminar varios árboles de gran porte como parte del “Proyecto Básico y de Ejecución Vía Pública 2025 – Fase I” en La Canyada, que afectaría calles emblemáticas como la calle 29, Montecanyada, la redonda del Pla del Pou o la calle 200.
Los vecinos denuncian que ninguno de esos árboles "se talará por enfermedad, riesgo estructural o muerte vegetal". Según la portavoz de ADAP, los informes municipales se escudan en daños en infraestructuras viarias y supuestas exigencias de seguridad, “justificaciones que llegan tras décadas de convivencia pacífica entre los árboles, las aceras y los residentes”.
El valor del arbolado
Los firmantes de la petición en change.org subrayan que los pinos y las yucas no son simples adornos, sino un legado simbólico y ambiental del barrio: “El pino es el logo de La Canyada”, destacan en el texto de la campaña.
Además, recuerdan que los árboles maduros aportan beneficios clave, como por ejemplo que son un refugio climático, ya que regulan la temperatura, la humedad y ayudan a mitigar el efecto “isla de calor” urbana. También son beneficiosos para la salud porque mejoran la calidad del aire, reducen el ruido y contribuyen al bienestar psicológico.
Además, tienen un valor social y económico. Un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia citado en la petición indica que los espacios verdes urbanos no solo aumentan la calidad de vida, sino que también elevan el valor de las viviendas circundantes.
Críticas a la gestión municipal
No es la primera vez que la asociación alza la voz y ya ha denunciado en anteriores ocasiones “tala indiscriminada” en La Canyada. Estas críticas "van más allá de un simple descontento", señalan y reclaman que el Ayuntamiento revise sus criterios, aplique medidas técnicas y ambientales para conservar los árboles, y que respete la ordenanza municipal que exige plantar tres árboles por cada talado.
También demandan una mayor transparencia y participación ciudadana, por ejemplo, a través de la Mesa del Arbolado, un órgano consultivo existente pero que, según ellos, no se está utilizando adecuadamente.
Alternativas y propuestas ciudadanas
En la petición pública se propone que el Ayuntamiento realice un estudio detallado para integrar los árboles actuales dentro del nuevo proyecto urbanístico, en lugar de eliminarlos y solicita medidas de refuerzo como usar técnicas de mantenimiento, poda especializada o refuerzo de raíces para asegurar la estabilidad biomecánica de los árboles, así como el rediseño de las aceras o vialidad, con la adaptación del diseño urbano para convivir con el arbolado en lugar de desplazarlo.
Por otro lado, insisten en la compensación verde, de forma que si algún árbol debe ser retirado, garantizar una reforestación adecuada con ejemplares de tamaño similar, o al menos cumplir con la política de reposición establecida por la ordenanza municipal.
La tala de 52 árboles en La Canyada no es solo una cuestión de infraestructura urbana. "Para muchos vecinos representa un ataque a la identidad del barrio, a su patrimonio natural y a su calidad de vida. La campaña de firmas en change org (enlace) busca detener esta acción, promover un desarrollo urbano más respetuoso con el medio ambiente y convocar al Ayuntamiento a dialogar sobre alternativas", explican desde la entidad ciudadana. “Juntos, podemos afirmar un firme ‘no’ a la destrucción indiscriminada e injustificada de nuestro legado natural”, concluye la petición.
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