La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha rechazado vincular el auge turístico con la crisis de acceso a la vivienda y ha defendido que esta problemática está relacionada con la necesidad de promover vivienda pública.
"Relacionar el turismo con la escasez de vivienda es perverso", ha afirmado en declaraciones a los periodistas para recordar también que el Ayuntamiento ha impulsado la construcción de 1.000 viviendas de protección oficial y subrayar la importancia de "desestacionalizar, ordenar y saber qué tipo de turista nos interesa".
La alcaldesa ha señalado como prioritario el turismo de congresos, el gastronómico, el cultural y el de mayor poder adquisitivo, y sobre el de cruceros ha advertido de la necesidad de una mejor regulación para evitar la coincidencia de varios barcos en un mismo momento, lo que, ha dicho, "genera una presión sobre la ciudad bastante importante".
En cuanto a la adaptación urbana al cambio climático, ha explicado que el consistorio estudia instalar toldos desmontables en espacios como la plaza de Ciudad de Brujas, donde las limitaciones patrimoniales impiden soluciones permanentes.
La medida forma parte de un plan de ciudad que incluye también la ampliación de fuentes de agua refrigerada, de 50 a 70, y el adelanto de la limpieza de imbornales antes del periodo de lluvias. Además, el área de Bienestar Social habilitará un refugio climático en el barrio del Carmen.