Paco Gómez es alcalde por sorpresa de Massamagrell. No se trata del título de ninguna película, sino de la realidad que se vivió en el pleno de investidura después de que uno de los partidos firmantes del pacto de gobierno que ele arrebató la vara de mando, rompiera el pacto.
Gómez vuelve a convertirse en el máximo munícipe en el que ya es su tercer mandato, que afronta con decisión y la intención de dar estabilidad al gobierno, tendiendo la mano a los partidos con representación, y echando la vista atrás para recuperar los proyectos planteados en la anterior legislatura.
¿Se puede decir que ha sido alcalde por sorpresa o tenía alguna sospecha de las intenciones del concejal de Vox?
Fue una investidura totalmente inesperada. Hasta el último momento, no teníamos ningún indicio de que Vox fuera a romper el pacto que mantenía con el Partido Popular y Veïns per Massamagrell. Lo supimos en directo, en el propio pleno, igual que el resto de los vecinos y vecinas que estaban presentes.
Fue una auténtica sorpresa, que además rompió todos los esquemas previstos para esa jornada. Mi intención ese día era irme a Portaventura con mi hija, que era lo que tenía planificado, y que es lo que hice. Ahora bien, a partir de ahí mi obligación como representante público era asumir la responsabilidad que la votación del pleno otorgaba y trabajar desde el minuto uno por la estabilidad del municipio. La política tiene estas situaciones inesperadas y hay que afrontarlas con serenidad.
"El cambio más importante será consolidar un gobierno estable que ponga a Massamagrell en el centro, por encima de enfrentamientos estériles"
¿Qué piensa sobre lo que ha pasado?
Creo que lo sucedido refleja la fragilidad de algunos acuerdos políticos que, cuando no tienen una base sólida ni se gestionan con suficiente altura de miras, terminan rompiéndose. Pero a la vez pienso que ha abierto una puerta importante: la oportunidad de recomponer un gobierno local centrado en el interés general, dejando a un lado la crispación y las luchas partidistas que tanto daño pueden hacer en un pueblo. Massamagrell necesitaba recuperar estabilidad y poner el foco en los proyectos que mejoren el día a día de la ciudadanía, y para mí eso es lo más importante.
En cuanto a su predecesora, ¿considera que Pilar Peris ha estado a la altura?
Pienso que Pilar Peris ha actuado con responsabilidad durante estos dos años en los que ha sido alcaldesa. Ha asumido el cargo en un momento complicado y lo ha gestionado con el compromiso que siempre requiere estar al frente de un Ayuntamiento. La semana pasada mantuve una reunión con ella para repasar proyectos que quedan en marcha y la reunión fue muy satisfactoria, un ejemplo de normalidad institucional que, sinceramente, es lo que la ciudadanía espera de nosotros. Independientemente de las siglas, lo importante es garantizar que Massamagrell siga funcionando con normalidad y responsabilidad.
¿Qué le dijo a Juan Zamorano?
Le trasladé sobre todo ánimos, porque sé que fue un momento difícil para él. Contaba con ser investido alcalde en virtud del acuerdo que tenía con el PP y Vox, y evidentemente la situación cambió radicalmente. Tengo respeto personal y político por Juan, y le deseo lo mejor tanto en su labor como portavoz de Veïns, como en el plano personal. Al final, todos estamos aquí por el bien del pueblo, y estoy seguro de que, desde su posición, también seguirá trabajando para aportar lo mejor a Massamagrell.
¿Cómo ha vivido estos dos años en la oposición?
Con mucha intensidad. Estar en la oposición me ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva, reflexionar sobre errores del pasado y madurar políticamente. He tenido tiempo para escuchar mucho, hablar con vecinos sin el peso de la gestión diaria encima y pensar en cómo afrontar de forma distinta una nueva etapa de gobierno. Creo que esos dos años me han servido para crecer, para enriquecerme como persona y como político, y para regresar con un proyecto renovado, más dialogante y con las ideas muy claras.
¿Qué supone para usted volver a la alcaldía?
Para mí es una mezcla de responsabilidad e ilusión. Esta es ya mi tercera etapa como alcalde y eso aporta mucha experiencia, pero a la vez siento el mismo compromiso del primer día. Tenemos retos muy importantes por delante, en un contexto económico y social complejo, y no pienso desaprovechar la oportunidad de seguir transformando Massamagrell. Sé que la gente espera mucho de nosotros, y mi compromiso es trabajar cada día con humildad y entrega total para estar a la altura.
"Estar en la oposición me ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva, reflexionar sobre errores del pasado y madurar políticamente"
Después de unas semanas, ¿cómo ha sido la acogida de los vecinos?
Sinceramente, estoy muy agradecido por el cariño que me está mostrando la gente. Me paran por la calle, me felicitan, me dan su confianza. Es un respaldo que me carga de energía para afrontar este momento con fuerza. Al final, ser alcalde de tu pueblo es lo más bonito que te puede pasar en política, y cuando la gente te demuestra su cercanía, entiendes que todos los esfuerzos valen la pena.
¿Cree que entienden lo que ha pasado?
Sí, absolutamente. Los vecinos y vecinas de Massamagrell son muy conscientes de la realidad política local y entienden perfectamente que la ruptura del pacto no vino por nuestra parte. Ellos mismos te lo explican por la calle: saben quién rompió el acuerdo y por qué ahora toca trabajar para dar estabilidad y avanzar. Creo que la ciudadanía está cansada de líos y quiere soluciones y eso es lo que vamos a intentar aportar desde el nuevo gobierno.
¿Piensa pactar con algún partido para facilitar la gobernabilidad?
Por supuesto. Desde el minuto uno he tenido claro que la gobernabilidad pasa por sumar, dialogar y construir mayorías sólidas. He hablado con todos los grupos dispuestos a arrimar el hombro por Massamagrell. Mi puerta está abierta para cualquier partido que quiera anteponer el interés general a cualquier otro cálculo político.
¿Es factible un acuerdo con Compromís o ha estudiado otras opciones?
De hecho, ya hemos alcanzado un acuerdo de gobierno con Compromís que garantiza la estabilidad que Massamagrell necesita. Es un pacto fruto del respeto, del diálogo constante y del convencimiento mutuo de que hay que pensar primero en el pueblo. Eso no significa que dejemos de hablar con otros grupos; al contrario, la mano sigue tendida para quien quiera sumar, porque de verdad creo que la pluralidad puede enriquecer mucho la gestión municipal.
Supongo que continuará los proyectos que ha dejado sobre la mesa el anterior equipo de gobierno y asumirá el presupuesto, ¿es así?
Por supuesto. Un ayuntamiento no puede funcionar a golpes de timón cada vez que cambia el alcalde. Hay proyectos que son buenos para el pueblo y que ya están en marcha, y desde este gobierno los vamos a seguir impulsando sin ningún problema. Además, el presupuesto vigente es el que tenemos y con él vamos a trabajar, introduciendo si hace falta algunos ajustes para adaptarlo a la realidad que nosotros percibimos, pero siempre con sentido de responsabilidad.
¿Retomará alguna de las iniciativas de su anterior etapa como alcalde?
Sí, tenemos mucha ilusión por retomar algunas iniciativas que impulsamos en nuestra anterior etapa y que queremos culminar. Especialmente proyectos urbanísticos, mejoras en los servicios públicos y acciones de participación ciudadana. Tenemos ahora la experiencia acumulada y también la oportunidad de enriquecerla con nuevas ideas. Al final, lo importante es que Massamagrell siga avanzando, sin importar de quién partiera originalmente cada proyecto.
¿Se avecina algún cambio significativo?
Habrá cambios, claro, porque cada equipo de gobierno tiene su forma de trabajar. Queremos impulsar un estilo más cercano, más dialogante, más en contacto directo con la ciudadanía. En la gestión interna también habrá ajustes para adaptarnos a la realidad actual. Pero el cambio más importante será consolidar un gobierno estable que ponga a Massamagrell en el centro, por encima de tacticismos y enfrentamientos estériles.
¿Cómo valora el acuerdo de gobierno alcanzado con Compromís per Massamagrell?
Muy positivamente. Ha sido un acuerdo pensado exclusivamente para dar estabilidad y para que podamos centrarnos en gobernar, dejando atrás la incertidumbre que no beneficia a nadie. Es un pacto que surge del respeto mutuo y de la voluntad compartida de mejorar la vida de nuestros vecinos. Estoy convencido de que este gobierno será muy beneficioso para el pueblo.