Imagen del Bosque MediterráneoTras la pandemia, uno de los pulmones verdes de mayor valor
medioambiental, el Bosque Mediterráneo de Albal ha reabierto sus puertas con su
horario habitual: los lunes, miércoles y viernes de 13.30 horas. Esta legislatura,
el Ejecutivo que preside Ramón Marí tiene como prioridad, ampliar el uso de
este gran espacio que dispone de más de 30.000 metros cuadrados envueltos de
vegetación y fauna autóctona. Fue inaugurado en 2012 y es una de las zonas
municipales de mayor potencia estética, patrimonial y ambiental. “Se trata de un
centro sostenible, accesible y sobre todo didáctico”, ha enfatizado hoy el
alcalde en la visita que ha realizado a la zona junto a los ediles José Arias
(Cambio Climático) y Ramón Tarazona (Obras y Servicios).
Atendiendo a las peticiones vecinales sobre la ampliación
del horario de visitas, el primer edil explica que, tratándose de una joya de
esta dimensión natural, “le vamos a seguir dedicando recursos y cariño en los
próximos meses, para responder a las peticiones ciudadanías pero manteniendo la
idea de que sea un centro de conservación, no de ocio”. El presidente del
consistorio no lo concibe como un parque al uso, sino como un espacio de
divulgación ecológica. A medio, largo plazo, Albal redactará un proyecto sobre
su futuro en el que participará activamente el departamento de José Arias, “la
COVID-19 ha aumentado las ganas y el orgullo de los albalenses por este
magnífico lugar. Nos están demandando respirarlo, con horarios más amplios”.
El Gobierno insiste que, a diferencia de otros espacios de
ocio de la localidad, como el Parque La Balaguera y el Benamá que suman 50.000
metros cuadrados, este lugar se concibió como un centro educativo, abierto -gratuitamente-,
tanto a las escuelas locales como a las de la comarca. La crisis sanitaria ha
paralizado su uso pero las mismas fuentes aseguran que siguen fomentando su
explotación como aulario de formación y educación medioambiental. El
mantenimiento del Bosque Mediterráneo está a cargo del Centre Verd Municipal y
Jordi Soler es el técnico forestal que trabaja en la instalación.
De inmediato, el consistorio comenzará a rehabilitar algunas
zonas que se han deteriorado con el paso de los años. “Se van a invertir más de
30.000 euros en modernizar las aulas medioambientales, se va cambiar la
señalética que ha perdido color, se va a
repintar la señalización de todos los espacios, así como el mobiliario”, ha
relatado hoy Ramón Tarazona. Además se van a aumentar el número de cámaras de
video-vigilancia, “si hay un espacio del que me siento orgulloso es del Bosque
Mediterráneo al que consideramos un tesoro paisajista y de gran valor
patrimonial”, señala Marí.
La pasada semana, el ayuntamiento firmó un convenio con la
asociación “Del camp a la taula” que incluye la cesión de una parte del Bosque
Mediterráneo para el reciclaje de la materia orgánica que recogen con el
proyecto “Albal circular”. Se cumplen tres meses desde el que el colectivo
impulsara esta iniciativa, instalando contenedores marrones en el municipio
para el reciclaje de la materia orgánica y convertirla en compostaje que
revertirá en las zonas verdes municipales a partir de abril. “Se han
recogido más de una tonelada y media de
materia orgánica, el primer compost alimentará una zona del mismo Bosque
Mediterráneo”, según ha explicado hoy David Chiralt, presidente de la
asociación local.
El tir amb arc
La asociación deportiva “Tir amb arc” de Albal utiliza la
entrada del Bosque Mediterráneo, cuando la instalación está cerrada al público.
La necesidad de un espacio amplio y seguro motivó al colectivo a solicitar este
espacio para sus entrenamientos. Tal y como explica el concejal de Deportes
Tino Moreno, antes lo hacían en el colegio Sant Blai pero se les quedó pequeño.
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