Calle Mayor de Casinos. /EPDA
Edición de Las Provincias de 1957. /EPDA Es martes quince de octubre del año 2024 la noche se acentúa más de la cuenta y la nubes no dejan ver el astro rey, el agua suena con fuerza, ya lo habían anunciado los diferentes pronósticos meteorológicos, lo cierto es que a las once de la mañana ya son más de cincuenta litros los que nos deja esta madrugada y mañana.
Agua bien llovida hasta el momento, agua que es riqueza para todos, agua esperada después de tanto tiempo con escasa lluvia. Como he comentado en alguna de las anteriores ediciones del Periódico de Aquí, el año 2024 has sido mucho más beneficioso en lluvias que el anterior y si recordamos la prensa de hace cincuenta años también se hacía de notar la escasez de la lluvia.
Octubre es un mes lluvioso. Se pueden recordar algunas “danas” de principio de siglo XXI, en las fechas del nueve de octubre, desluciendo los actos programados y conociendo de primera mano fuertes tormentas que rompían la tarde noche valenciana.
Al ver cómo ha llovido hoy, me viene a la memoria dos fechas históricas ocurridas en el mes de octubre de diferentes años que no vemos olvidar y que es importante recordar por los momentos que se vivieron, haciendo verdad la expresión del refranero español que nos dice “a los años mil, vuelven las aguas por donde solían ir”.
La riada de Valencia el día 14 de octubre de 1957 y en el libro de Francisco Pérez Puche, Cronista Oficial de Valencia nos dice: “…El sábado 12 de octubre de 1957 estuvo lloviendo intensamente sobre la ciudad. Al día siguiente, domingo 13 de octubre, amaneció desapacible aunque llovió poco y sin intensidad. Aun así, aquel día, el periódico Las Provincias ya anunciaba “El cauce del Turia venía crecido, aunque no de modo alarmante”.
En algunos pueblos del interior de la provincia estaba lloviendo desde hacía treinta horas. Llíria, Segorbe, Chelva, Requena y Buñol habían recibido precipitaciones de 500 litros en los últimos 2 días.
Los ríos Palancia y Mijares en Castellón más el barranco del Carraixet y los ríos Magro y Turia en Valencia estaban creciendo de manera alarmante. A las 21 y 30 de la noche del domingo 13 se recibieron las primeras llamadas de alarma en Gobierno Civil, anunciando desde Pedralba y Vilamarxant la crecida del río.
A las 11 de la noche, se decidió dar la voz de alarma a la Guardia Civil, Policía, vigilantes y serenos de Valencia para que estuvieran en situación de alerta. Curiosamente en Valencia no llovía en esos momentos…”
La riada pasó por Casinos, la Rambla de Artaj, bajaba llena de agua, tan llena que rebasó el puente y las personas que vivían en la Rambla, tuvieron que huir pavorosamente ante la subida del nivel del agua.
La Cooperativa también sufrió los daños de la riada quedándose sin fluido eléctrico, en plena época de la vendimia. Fue gracias a Don José Cerverón Rocher que desde Hidroeléctrica Española, ayudó a su pueblo solucionando este gran problema y los trabajadores de HE junto a los trabajadores de la Cooperativa Vinícola, repusieron la luz eléctrica con postes de madera desde el Más del Juez hasta Casinos, aún quedan mudos testigos del momento en aquel camino, cerca del Mojón que divide el término de Casinos y Llíria. Sin luz no podía funcionar la cadena de trabajo para elaborar nuestros vinos.
"Cuando enmudecen los hombres hablan las piedras.
Ésta ha sido la frase más destacada que todos comentan, la frase que ha servido de motivo al director de LAS PROVINCIAS, Martín Domínguez, en el discurso de mantenedor de la fiesta de exaltación de la fallera mayor de Valencia. En él, como en tantos otros actos de las fallas y de fuera de la fiesta, Valencia ha expresado su gratitud a España por las ayudas concedidas tras la riada de octubre de 1957”.
Otra fecha: “El día 20 de octubre de 1982 la presa de Tous, en la cuenca del rio Xúquer, comenzó a desmoronarse a las 18 horas. No fue una rotura, fue una paulatina descomposición causada por la enorme lámina de agua que había generado una gota fría desconocida hasta entonces.
Los expertos calculan que horas antes se habían acumulado más de 2.000 hectómetros cúbicos cuenca arriba y un caudal de 9.000 metros cúbicos por segundo, con precipitaciones de más de 600 litros por metro cuadrado en pocas horas en puntos de las comarcas de La Ribera Alta, La Costera y la Ribera Baixa”. Así lo cita la prensa de la Hemeroteca de Valencia.
Alzira quedó inundada y la imagen desolada de muchos pueblos día de hoy sigue grabada en nuestra memoria.
Octubre mes de lluvias, demos gracias al cielo por la bondad de las aguas caídas hasta el momento de escribir estas letras, sin olvidar los ciclos históricos que marcan la meteorología de nuestro mundo.
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