Cheque de Academia Valenciana de Juristas, que controlaba Sancho, a Federación Profesional Valenciana, donde estaba Sancho y sus hijos.

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El ex secretario del Ayuntamiento de Canet, José Antonio Sancho Sempere, se llevó a su bolsillo también la cantidad de 100.100 € a través de un cheque bancario entre dos entidades que controlaba. El Periódico de Aquí sigue investigando el enriquecimiento continuado y voraz del capo de la trama de las asesorías que durante años obtuvo ingentes cantidades de dinero de distintos Ayuntamientos de la Comunitat Valenciana. El modus operandi era siempre el mismo.

El funcionamiento del sistema corrupto ideado por quien fuera secretario municipal en Canet d'En Berenguer es como sigue: Sancho a través de sus amistades personales dentro de algunas corporaciones locales y como habilitado de la administración pública, ofrecía a diversos ayuntamientos unos servicios de asesoramiento jurídico. Tras un concurso amañado, conseguía que dichas administraciones contrataran a las entidades que Sancho dirigía, gestionaba y controlaba. Tras la presentación por estas entidades de las facturas correspondientes, los ayuntamientos las pagaban y el dinero acababa así en los bolsillos de Sancho. Esta manera de proceder fue siempre negada por Sancho en todos los juicios que se han celebrado contra él hasta el año 2022, en la que se conoció como la 'trama de las asesorías'. Una historia repleta de cómplices, entre políticos, funcionarios y empresarios, que quedará plasmada en una libro que se publicará en diciembre de 2024 con el título provisional de 'La zorra en el gallinero'.

Sin embargo, en dicho año, y sorprendentemente, Sancho para salvar a su hija en la pieza judicial del Ayuntamiento de Canet se autoinculpó y reconoció que era él quien controlaba todo y, por ello, fue condenado como autor de un delito continuado de prevaricación administrativa en concurso con otro delito también continuado de negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos. Lo adelantó la semana pasada El Periódico de Aquí.

La sentencia, aceptada por Sancho, dice que: “Para ocultar su condición de director de la ACADEMIA VALENCIANA DE JURISTAS (AVJ) puso al frente de la misma a tres profesionales del derecho desconocedores de los términos en los que se formalizaban las contrataciones pactadas entre la AVJ con sus clientes, se encargaron siguiendo las indicaciones del acusado de tramitar los pleitos que les eran encomendados a la AVJ. Estos tres profesionales así como otras personas ajenas fueron incluidas por el acusado como miembros de la junta de gobierno de la AVJ, pero lo cierto era que quien la dirigía y gestionaba era el acusado·.

Pues bien, este periódico ha tenido acceso a un cheque bancario fechado en el mes de abril de 2010 en el que se constata que Sancho, que era la persona que controlaba y gestionaba la Academia Valenciana de Juristas, a través de uno de los profesionales a los que engañó, expidió dicho cheque por importe de 100.100 € a favor de la entidad Federación Profesional Valenciana.

Como ya publicó este periódico en el mes de febrero de 2016, la Federación Profesional Valenciana tenía como domicilio inicial el sito en la calle Palau 13- 2 de Valencia, aunque posteriormente se trasladó a la calle Almirante 1, segundo derecha, y compartía despacho con la Academia Valenciana de Juristas que, según el propio Sancho ha reconocido en la sentencia de conformidad antes referida, era quien la dirigía y quien la controlaba.

Este medio ha sabido que la Federación Profesional Valenciana contaba como miembros de pleno derecho durante un largo periodo de tiempo a personas como el propio José Antonio Sancho Sempere, sus hijos, José Antonio Sancho González -exjefe de la Policía Local de Canet- y Amparo Elena Sancho González -funcionaria del Ayuntamiento de Pobla de Farnals.

Y además todo queda al descubierto cuando este periódico ha tenido acceso a una Junta General Universal de esta entidad, es decir la Federación Profesional Valenciana, en la que se admitía como miembro de pleno derecho al propio José Antonio Sancho Sempere quien delegaba en su hijo, José Antonio Sancho González, determinadas facultades contenidas en los estatutos de la entidad -‘‘las facultades señaladas con las letras d, i, l, ll, o, p y s del artículo 17”.

En conclusión, el cheque demuestra que Sancho como director y todopoderoso dueño real de la Academia Valenciana de Juristas, extrajo dinero de una cuenta de dicha entidad obtenida del pago de servicios jurídicos a varios Ayuntamientos, para ingresarla en la otra entidad Federación Profesional Valenciana que también era controlada y gestionada por él. Y todo ello, presuntamente para eludir el pago de impuestos sacando dinero de la entidad que más ingresaba (AVJ) a favor de la que menos obtenía (Federación Profesional Valenciana).

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