Filiberto PratsLa llamada recibida no ha podido ser ni más cruel, ni más contundente: Filiberto se ha muerto. Respira hondo, traga saliva, cierra los ojos y abraza la impotencia.
El era como era y decía lo que decía. Sus palabras eran sentencias que después se tenían que rubricar o rectificar, pero de momento la sentencia se había proclamado. ¡Cuantas veces le decíamos Fili… Filiberto…! Entonces… soplaba y callaba.
Filiberto nos has dejado un Miércoles Santo, en silencio, acompañado de una taza de café, el café que durante tanto tiempo fue tu fiel confidente, el confidente en tus horas de soledad… el café ha sido el único testigo.
Cada día nos ilustrabas en el Facebook con tus mensajes apostólicos, pensando hasta el último día que podías cambiar el mundo, siendo a tu manera la forma de dar testimonio, eras así.
Lo cierto es que has partido hasta la eternidad, al saberlo los dos firmantes, hemos querido recordar algunos momentos de esa vida que durante años hemos compartido, de horas de Alcaldía, de ruedas de prensa, de Mancomunidad, de Premios, de televisión, de cenas o de comidas, de brindis empapados de humor y de momentos en el que la vida nos sirve la soledad, el silencio o el desprecio en bandeja de mármol.
El mármol es esa piedra dura con la que se hacen monumentos para la eternidad… tiene diferentes tonalidades y depende la ocasión recobra el mayor esplendor. Filiberto hoy eres protagonista, ya eres figura del ayer y recuerdo para el mañana. Tus bondades, tus manías, tus ideas son historias, como tu ya eres historia.
Las hojas del árbol de la vida van cayendo del árbol que las sustenta, hoy en pleno día de primavera el amanecer quedó eclipsado por la sombra de tu marcha. Atrás quedó aquella coronación en la tele, los grafitis en las paredes, las largas noches de espera. Cuando una persona como tú, va camino de la eternidad solo se puede pensar que ya ha encontrado la paz, esa de paz que en este mundo, posiblemente no te ofreció, porque tu corazón era demasiado grande para esta tierra de mortales.
El trance sublime de la muerte es el abrazo de la reconciliación, del perdón, de la entrega, del reencuentro, del juicio final… ahora eres tú el que te reúnes con la verdad. Recibe el abrazo de tus padres y cógete fuerte de la mano de tu madre… ella siempre estuvo a tu lado…
Fili, hasta siempre…
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