Coches en una imagen de archivo. EFE/EPA/NEIL HALL
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia juzga a partir de este jueves al dueño de un establecimiento de compraventa de coches de segunda mano de Paterna (Valencia) y a cuatro de sus empleados por formar parte de una red criminal especializada en estafar a compradores manipulando el kilometraje de los vehículos.
La acusación se dirige contra el legal representante del establecimiento de compraventa, el responsable de la limpieza y preparación de los coches para su venta, un mecánico, el comercial y la administrativa.
La acusación pública mantiene que entre los años 2016 y 2018, el principal procesado, con la colaboración de sus trabajadores, compraba vehículos a empresas de renting y los llevaba al taller mecánico de uno de los procesados, en Riba-roja, donde modificaban los cuentakilómetros de modo que mostraran menos de lo que en realidad tenía.
Así, los vendía en su concesionario, a un precio más elevado de lo que realmente valían. Con este método vendieron más de 70 coches.
La Fiscalía pide siete años y medio de prisión para el principal procesado por un delito continuado de estafa agravada y otro de pertenencia a grupo criminal. Para el resto de encausados, se solicita seis años de cárcel por los mismos delitos.
En su escrito de acusación, el fiscal detalla que los procesados llegaron a restar más de 100.000 kilómetros a algún vehículo antes de venderlo.
Además de las referidas condenas, el Ministerio Público pide que se destruya la máquina de diagnosis, centralita y cableado que se usó para estas supuestas operaciones fraudulentas de reducción del kilometraje y que se indemnice a todos los clientes con la devolución de las cantidades íntegras que abonaron para comprar los vehículos, y que oscilan entre los 3.000 y los 11.000 euros.
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