Paco Gómez: "La pequeña piedrecita que iba a ser vox en el gobierno de Massamagrell se ha convertido en montaña"

Como mucha gente opina en el pueblo, un balance negativo, de retroceso en vez de avance. Para denominarse “Gobierno del cambio”, ni hay gobierno ni hay cambio, y me explico: No hay “Gobierno” porque un gobierno funciona de forma cohesionada, al unísono, como hicimos nosotros en la legislatura del 2015-2019 con Compromís. Aquí ahora funcionan como tres partidos independientes dentro del mismo gobierno, cada uno con las áreas que les tocaron en el reparto al inicio de legislatura, y donde ya les costó ponerse de acuerdo.

Ahora, además, ya empiezan a verse las injerencias de unos dentro de las áreas de los otros, sobre todo “del que no iba a estar”, o los roces y los malos rollos, que son públicos y retransmitidos en directo, como en el pleno ordinario del mes de marzo, donde en el turno de ruegos y preguntas,  el propio teniente-alcalde y concejal de Vox preguntaba y recriminaba a sus compañeros de gobierno diversas actuaciones. Lo nunca visto antes, y, como he dicho anteriormente, hasta retransmitido en directo.

Ni esta siendo efectivo, ni eficiente. Me explico. Cuando dejamos la alcaldía en junio de 2023 por el pacto entre PP + Veïns + Vox, a pesar de haber vuelto a ganar las elecciones municipales en Massamagrell, dejamos numerosos proyectos: El presupuesto de 2023 aprobado, un remanente para acometer inversiones de más de 1.200.000 euros, además de numerosas subvenciones concedidas y presentadas (la última de ellas la acaba de publicar la Diputación de Valencia esta misma semana: 35.000 € para el proyecto de entornos escolares seguros). Todo esto a pesar de ser cinco concejales en el gobierno frente a los 12 en la oposición, y con solo el alcalde con dedicación exclusiva. 

Mis 4 compañeros, además de sus trabajos, gestionaban entre 5 y 8 áreas cada uno. Ahora, de los 9 miembros del gobierno, 4 tienen dedicación exclusiva, 3 parciales, de entre 12.000 y 18.000 euros, y 2 van por asistencias con topes iguales que los señalados anteriormente. Esto ha hecho que este equipo de gobierno sea el más caro de la historia de nuestro municipio, con más de 105.000 € en sueldos sobre corporaciones anteriores, como refleja el presupuesto de 2024. Eso no es efectivo. Pero tampoco es eficiente. 

Como he dicho antes dejamos solicitadas y gestionadas numerosas subvenciones, y muchas de ellas no las han ejecutado o las han perdido. Más de 200.000 €. Subvenciones de comercio para la ruta de la tapa, ferias comerciales, del Ivace para mejora y modernización del polígono, de consumo, de transparencia, de participación, de lucha contra el acoso sexual… Ahora además ya no es que se pierden, es que ni se piden, como las últimas de turismo o proyectos europeos. Esto no es eficiencia…

Sinceramente, no. La limpieza viaria que adjudicamos al final de la pasada legislatura es la misma, y el cambio ya empezó a notarse a principios de 2023, cuando pasamos de 5-6 trabajadores limpiando las calles a casi el triple. Los trabajadores y trabajadoras municipales son las mismas (salvo jubilaciones o bajas que además no se han cubierto). No voy a negar que algunos concejales si se esfuerzan en sus áreas, pero al final, para eso las llevan, ¿no? Para intentar mejorar las cosas. Eso sí, lo que tanto criticaban y decían, “la política de la foto”, la han convertido en su día a día, y en eso si nos ganan por goleada. Casi 3.000 € al mes nos cuestan los vídeos y fotos del gobierno local.

En teoría, debería dar estabilidad, porque entre PP-Veïns-Vox suman 9 concejales, una mayoría absoluta frente a una oposición de PSOE-Compromís con solo 8, pero en determinadas áreas su propio compañero y concejal de gobierno (Vox) se desmarca votando en contra, como en el pasado pleno de mayo en cuestiones sobre la renovación del convenio con el ministerio en materia de violencia de género o con el colectivo LGTBI+ y el día del Orgullo (28J).

En este sentido, claro que tienen peso las políticas de la ultraderecha en Massamagrell, aunque sus compañeros muchas veces no quieran aceptarlo o no hagan nada por evitarlo. Vox es el voto que da la mayoría al gobierno. Vox está en el gobierno local, con responsabilidades y con tres concejalías como son Cultura, Agricultura y Normalització Lingüística (antes tenía también comercio y proyectos europeos, que le han sido retiradas en este pasado pleno de mayo por decreto de alcaldía). Los ejemplos que he comentado antes son claros y evidentes, pero además hay otros: Solicitó por escrito que no se colgara la bandera LGTBI en el balcón del ayuntamiento, en el área de normalització no se realizan acciones (porque no quiere seguir la línea anterior). Y a esto añádele la relación, llamémosla “turbulenta” con diversos trabajadores y trabajadora que han presentado quejas hasta por registro de entrada.

¡Claro! Todas las obras que se realizaron el año pasado eran proyectos preparados por nuestro gobierno: obras en el polideportivo, el asfaltado de calles, la instalación de elementos de seguridad en los colegios (que todavía no han sido capaces de poner en marcha), la compra del Trinquet Tio Pena… todo estos entre otros. Y aún queda la construcción del nuevo velatorio en el cementerio o la biblioteca en la antigua iglesia del barrio, dentro del Plan de Inversiones de la Diputación de Valencia. 

Tenían además aprobados varios proyectos, como la redacción del nuevo pabellón de basket y del hogar del jubilado (después de la compra de la antigua Casa de Andalucía), pero ninguno de los dos se ejecutó, como también ocurrió con la compra de una nave en el polígono o la tercera fase de las aceras del Barrio de la Magdalena, que no se hicieron. Una pena.

La Generalitat Valenciana, con el President Ximo Puig a la cabeza, tenía prevista esta legislatura unas inversiones de más de 35 millones de euros en Massamagrell: El desdoblamiento de la carretera de la Gombalda (que se inició a principios de 2023, se paralizó, y parece que ahora volverán a continuar las obras); la supresión de pasos a nivel con túneles subterráneos en las calles Serreta y Virgen del Rosario, el Plan Edificant, la nueva residencia y centro día para personas con diversidad funcional en la zona de la Graveta (proyecto ya hecho y pagado con fondos propios), o el nuevo centro de salud y urgencias. De todo esto, salvo las obras de desdoblamiento de la Gombalda, no tenemos noticias. Veremos que se ejecuta y que no.

Creo que un año después, el tiempo ya nos está dando la razón, y la “pequeña piedrecita que sería vox en un gobierno, se ha convertido en montaña” (frase de las negociaciones previas a la constitución del gobierno). Es un gobierno que, en principio, tiene una fecha de caducidad, junio de 2025, donde se supone que el PP dejará la alcaldía a Veïns. A partir de ese momento, ya veremos qué pasa. Nosotros (Psoe) ya le hemos dicho en diversas ocasiones a Veïns que si quiere un gobierno estable y de progreso, que lo tiene a su alcance.