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Vicent Mompó: "Quiero que la ciudadanía entienda la Diputación de Valencia como un lugar de reivindicación"
El nuevo presidente de la corporación provincial aboga porque las decisiones sean un consenso de todos" y que "todos los diputados estén contentos con los asuntos provinciales"
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DANI NAVARRO - 06/08/2023
Vicent Mompó durante la entrevista para El Periódico de Aquí. Ana Gausach
Hace unas semanas arrancó su mandato como presidente en la Diputación de Valencia. ¿Con qué sensaciones inicia esta andadura?
Después del resultado, las sensaciones fueron muy positivas. El inicio fue un poco frenético y exprés, pero al final las decisiones importantes se determinan en las últimas dos semanas. El resultado implicaba llegar a acuerdos con distintos partidos; puede sonar oportunista, pero desde el principio hemos dicho que la sintonía con Ens Uneix fue muy buena. Hablamos la misma lengua, y no me refiero al valenciano, sino cuando debatimos sobre municipalismo, de la escasez de recursos de los pueblos, de los servicios en algunas comarcas… Ahora somos un equipo y estamos trabajando en conjunto.
¿Cuáles van a ser sus prioridades en esta legislatura?
La prioridad, a nivel de gestión, es llegar a los municipios. No queremos que la Diputación se vea como un mensajero de dinero, sino como una entidad que sirva para ayudar y gestionar el presupuesto de todos los Ayuntamientos. Me gustaría que la institución sea el símbolo de reivindicación para defender nuestra cultura, nuestras fiestas, lengua... Supongo que en breve se van a poner a trabajar en la elaboración de los presupuestos.
¿Qué dotaciones van a ser prioritarias para la Diputación en los próximos años?
Ahora mismo lo que estamos gestionando es la organización de las áreas. Es la labor que les he encargado a todos los diputados delegados. Estamos trabajando en equipo y eso significa que cada uno de ellos toma sus propias decisiones y crea también la responsabilidad de tomarlas. Estos primeros cien días queremos tener una radiografía exacta de cómo está la Diputación para así reunirnos y empezar a tomar las medidas necesarias durante estos cuatro años de legislatura. Seguramente, el primer gran trabajo sea la aprobación del primer presupuesto, y a partir de ahí, sobre todo nos centraremos en conseguir que la ciudadanía tenga los mismos servicios.
En cuanto a los fondos de cooperación, el partido socialista presumió de haber aumentado la liquidez para los Ayuntamientos. ¿Desde el nuevo gobierno quieren seguir con esta tendencia o prefieren centrarse en los ingresos a través de otras vías?
No es cierto lo que dice el PSOE; al final el presupuesto de la Diputación es el que es. Es verdad que ha llegado más dinero a los municipios, pero porque el presupuesto de la organización provincial se ha incrementado mucho y si sigue incrementándose, seguirá llegando más dinero. Eso es la realidad. Venimos de unos gobiernos que son de nombres ‘rimbombantes’ para las áreas o las consellerias. También pasa esto con los programas, como con los fondos de inversión y de cooperación, que han tenido tanto éxito. Este último es una inyección directa para que los municipios, de manera libre, puedan gastar. Es una línea que vamos a defender. En cambio, con los fondos de inversión lo importante no es únicamente que llegue el dinero, sino que los municipios lo puedan ejecutar. Vamos a luchar para que la burocracia sea más sencilla y simple para poder presentar proyectos.
¿Qué balance hace del paso de la izquierda por la institución provincial?
Me gustaría que la Diputación fuese “l’ajuntament dels ajuntaments”; es decir, que el dinero llegue a los municipios, que se sientan atendidos y recuperar la institución. Queremos que la ciudadanía valenciana entienda esta institución como un lugar de reivindicación de todo lo que es propio de nuestra cultura, lo que somos todos y todas. A partir de ahí, los plenos y decisiones de la Diputación deben ser un consenso de todos. Hay muchos grupos políticos en esta institución y lo que pretendemos es que todos los diputados estén contentos por cómo vamos a administrar los asuntos provinciales. Para ello hay que llegar a acuerdos y tomar medidas. Obviamente discreparemos en cosas y discutiremos sobre ello, pero lo importante es llegar a un acuerdo, como siempre ha habido. El Partido Popular ha hecho siempre una oposición sensata. Siempre hemos tendido la mano al PSPV en las decisiones importantes y no tengo ninguna duda que ahora será igual.
"Me gustaría que la Diputación fuese ‘l’ajuntament dels ajuntaments’"
Respecto a la negociación, hasta el mismo día del pleno no sabíamos quién sería el presidente electo. ¿Cómo vivió ese momento?
Con incertidumbre. Cuando tú conoces a una persona y llegas a un acuerdo con ella, te fías de todo lo que va a suceder y estás tranquilo. Desde la primera reunión con Ens Uneix, la sintonía fue plena y siempre se ha ido cumpliendo lo que pactábamos. Es verdad que hasta que no se produce el recuento y ves que ocurre lo que sabías que iba a pasar y habías hablado, no estás tranquilo, pero no por desconfianza, sino por puro nerviosismo a lo que iba a suceder. A la semana siguiente del pleno, nos reunimos con La Vall Ens Uneix y vimos que todo se había cumplido y respetado. Después de ello, tuvimos la posibilidad para que formasen parte del gobierno. Estoy muy contento con la decisión y estamos en disposición para trabajar por todos.
Salió elegido presidente sin los votos de Ens Uneix en la investidura, pero rápidamente apostó por ofrecer la vicepresidencia a Natalia Enguix. Desde la izquierda hay quienes piensan que hubo un pacto acordado. ¿Qué opinión tiene sobre esto?
Entiendo que se piense así y no me he complicado al explicarlo, ya que la gente no cree que no ha habido un pacto previo al pleno, pero no es así. Al final, hablamos de muchas cosas, como inversiones para la Vall d’Albaida, de la Diputación y la Generalitat, de cómo vemos la provincia de Valencia y de las diferentes comarcas, porque obviamente a Ens Uneix, lo que más les preocupaba era su comarca, pero también han estado en el gobierno de esta institución, cosa que fue crucial. Son un grupo político joven, pero la gente que pertenece a ellos han estado mucho tiempo dirigiendo Ontinyent. No voy a valorar su labor en ese municipio, pero si han conseguido ya cuatro mayorías absolutas, algo estarán haciendo bien. A parte de ello, tienen experiencia; Natalia Enguix ha estado gestionando la Diputación, y eso también fue importante a la hora de entendernos y de depositar nuestra confianza.
No ha apostado por incluir a Vox, socio natural del PP en la mayoría de las instituciones donde ha entrado a gobernar. ¿Por qué no lo ha hecho?
Lo dejamos claro desde el principio. Cuando hablamos con Ens Uneix, lo primero que nos trasladaron fue que se podían plantear formar gobierno con el PP y votarse a ellos mismos, porque en ningún momento se acordó que nos votaran, porque decidieron no hacerlo en compañía de Vox para investirme presidente. Fue una decisión que supe desde un inicio. También me dijeron que formarían gobierno si Vox no estaba. Yo no tengo repudio a Vox, ni PSPV ni Compromís. En esta institución hay que llegar a un acuerdo con todos. Cabe destacar que no puedo estar igual de contento con Vox, Compromís o PSPV, ya que si los primeros no hubieran votado a favor, yo no sería presidente; los otros dos votaron en contra. Igualmente, para los próximos años, en las decisiones trataré a todos los partidos de la misma forma. Espero que los partidos de la oposición sigan la misma línea que ha seguido el Partido Popular en los últimos años.
Al margen de esto, Ens Uneix ha presentado una lista de 17 inversiones directas en la comarca de la Vall d’Albaida. ¿Qué opina sobre estas demandas? ¿Se sientes cómodo con ellas? ¿No cree que juega un poco el papel del ‘nacionalismo’?
Se puede ver desde esa perspectiva, pero al final es como todo. Por esa regla de tres, todos los alcaldes también hacen su propio nacionalismo, y todas las personas sentimos nuestro propio nacionalismo en nuestras casas. Ens Uneix es un partido comarcal de La Vall d’Albaida, y el PP es un partido que hacemos de altavoz para la provincia. Ellos reivindican más las inversiones para esa comarca. Considero que el abandono que ha sufrido La Vall d’Albaida en estos últimos años es una realidad; posiblemente por ese duelo entre el PSPV y que estuviese Jorge Rodríguez en Ontinyent. Creo que eso no tiene ningún sentido. Actualmente, las inversiones que plantea Ens Uneix para la comarca son asumibles. Para mí no resulta incómodo la propuesta de las 17 inversiones. Puede parecer que todo está enfocado a las peticiones de Ens Uneix para esta comarca, pero estoy convencido que estas inversiones que ha pedido este partido serán parecidas a las que se implementarán en Camp de Morvedre, l’Horta Sud, Camp de Túria o el Racó d’Ademuz, en definitiva, en todas las comarcas porque es necesario.
“Tuvimos la posibilidad de que Ens Uneix formase parte del gobierno y estoy muy contento con la decisión”
Nos hablaba sobre esa supuesta discriminación que ha estado sufriendo La Vall d’Albaida. ¿Hay más comarcas que compartan esa situación de urgencia?
Considero que la Diputación de Valencia está para asegurar que nuestros pueblos tengan los mismos servicios. Esto lo digo entre comillas porque es evidente que no puede haber los mismos servicios, en Lloc Nou de la Corona que en la ciudad de Valencia. Es evidente, pero por ello mismo la Diputación debe luchar con esos municipios más alejados de las áreas metropolitanas con el fin de poder acceder a los servicios también. Hay comarcas de interior en las que hay que invertir en ellas, ya no solo para mejorarlos, sino para que sigan existiendo. Las diputaciones están para ayudar a que los habitantes podamos decidir si queremos vivir en estos pueblos. Al final ya no tienes la libertad de escoger. Los jóvenes no pueden quedarse a vivir en sus pueblos porque no tienen acceso a las ciudades donde van a trabajar.
Estamos viendo que en el pacto entre PP y Vox se habla de violencia intrafamiliar, se apuesta por introducir el pin parental en las escuelas… ¿Qué opinión tiene sobre esto?
Como te decía, yo no soy de titulares ni de nombres rimbombantes. En los últimos años no se ha hecho nada sobre el tema de la diversidad desde la Diputación, aunque existiera dicha área. Considero que es más importante gestionar los problemas de la ciudadanía valenciana que debatir sobre cómo llamar a las cosas. Es verdad que estamos pendientes a cómo le decimos a la violencia de género, pero yo creo que lo trascendental es terminar con este problema social. Es una violencia que existe y que se produce del hombre hacia la mujer. Cada partido lo determinará como quiere, pero lo que tenemos que hacer todos es acabar con esta violencia en particular. Mazón, aparte de nombrar a Susana Camarero vicepresidenta de Igualdad en la Generalitat, que es una experta en la materia, también ha demostrado la importancia de este tema en las declaraciones que ha hecho. Está muy bien el juego político, pero hay áreas que no deberíamos estar discutiendo en cómo las nombramos, sino en ir todos unidos para erradicar los problemas.
Nàquera es uno de los pocos municipios a nivel nacional donde Vox ostenta la alcaldía con el apoyo del PP. Estamos viendo que se están tomando medidas que suponen posibles retrocesos tanto en política de género como en defensa del colectivo LGTBIQ+ cuando se hacen determinadas prohibiciones. ¿Cuál es su visión acerca de ello?
Para mí fue un error la forma de denominarlo. No creo que haya un retroceso de nada, y si lo hay, el Partido Popular estará ahí como garante para no retroceder derechos de ningún colectivo. Es verdad que el tema de redactar los puntos que proponía Vox y PP sobre las banderas no fue apropiado y se metieron en un problema. En mi trayectoria política no he sido fan de las banderas. No me gusta estar sujeto a ellas, porque si no todos los días estaríamos aferrados a alguna. He participado en todas las reivindicaciones donde me han invitado, sean del colectivo que sean, sobre todo aquellas importantes, como las del colectivo LGTBIQ+, la violencia de género… Hablamos de temas reales y que hay que abordar. El error estuvo en matizar qué bandera poner y cuál no. Se puede decir únicamente que las banderas oficiales colgarán de los balcones y no especificar cuáles están prohibidas. No hay que ir en contra de ninguna bandera.