Jesús Carbonell se ha propuesto desmantelar progresivamente la paz que se había logrado con la reducción del tráfico motorizado en el Centro Histórico. Empezó por multiplicar los permisos de acceso al APR; después desvirtuó la implantación de la ZBE, autorizando que circularan todos los vehículos industriales sin tener en cuenta lo contaminantes que eran.
No se puede autorizar la circulación y estacionamiento a miles de motocicletas más sin el correspondiente plan de ordenación de estacionamiento. Actualmente existe una falta importante de plazas de estacionamiento de motos, y para Ciutat Vella es necesario desarrollar el anexo V de la Ordenanza Municipal de Movilidad para implementar la zonificación del estacionamiento de motos en las calzadas.
En la actualidad se puede aparcar en aceras de más de 3 metros de ancho. En Ciutat Vella hay calles con aceras anchas pero con una gran densidad de circulación de peatones y esto no se tiene en cuenta. O las calles con plataforma única, en las que no hay aceras diferenciadas. Y la vigilancia de esa infracción por parte de la Policía Local es inexistente. El perjuicio constante que provocan estos vehículos estacionados de forma indebida no está solucionándose por parte del servicio competente del Ayuntamiento.
El concejal lo defiende diciendo que es un transporte alternativo y sostenible, pero lo cierto es que fomenta el transporte privado, aumentando la densidad de vehículos en tráfico y desincentivando el uso del transporte colectivo. Tampoco es un transporte sostenible por la peligrosidad de las baterías que necesita cada motocicleta para su funcionamiento.
Es necesario mantener los límites de implante de esta modalidad privada de movilidad para que el tráfico en la ciudad no se sature. Hay que tener en cuenta el principio de necesidad para la ciudad, y es un transporte que no necesita crecer.
El vecindario de Ciutat Vella no aprueba el aumento indiscriminado de las motocicletas compartidas si no viene acompañado de un plan de distribución de aparcamiento de las motocicletas actuales y las que se sumarán a las mismas.
Son múltiples los ejemplos de aceras donde las motos no respetan la norma y dificultan o impiden el desplazamiento de personas mayores, personas con movilidad reducida o carros de bebés: avenida del Oeste, calle Hospital, Pie de la Cruz o Marqués de Dosaguas.