El capo caracterizado como el hombre araña, por la red que tejió. EPDAEl invento funcionó a la perfección en el Ayuntamiento de Canet que mordió fácilmente el anzuelo y contrató a la AVJ como su única asesora en materia jurídica por un contrato a dos años por importe de 57.000 euros anuales. Interesa reseñar como se produjo la citada contratación encontramos la respuesta en otra sentencia en concreto la del Juzgado de lo penal 6 de Valencia que trató el caso de acusación contra Sancho y contra el entonces alcalde, Leandro Benito, por prevaricación en los contratos de asesoramiento para el Ayuntamiento de Canet.
En dicha sentencia dice la magistrada que la Academia Valenciana de Juristas, prestaba servicios de asesoramiento jurídico para el citado Consistorio. Esta colaboración comenzó en 2007, aunque en 2011 se sustituye el método y se establece un negociado sin publicidad. Sempere no elaboró un informe necesario en este tipo de procedimientos porque entendió que era una prórroga del contrato anterior. Él no tuvo participación en los pliegos.
Se invitó a otros dos letrados a prestar el servicio aparte de la Academia de Juristas. Uno de ellos fue la propia mujer de Sempere, Amparo González. El otro, un trabajador de una de las sociedades de Sancho Sempere. Es decir, que no existió una competencia real. Finalmente fue el propio Sempere el que certificó el acuerdo de pagar los 57.000 euros más IVA por dos años a la citada empresa, una de las numerosas mercantiles bajo su órbita de control.
Pero volvamos a los profesionales que estaban en la AVJ para prestar el servicio de asesoramiento jurídico a la corporación municipal. Se trata de abogados expertos en materia de administración local que Sancho Sempere eligió personalmente: JIMG, ISM Y JGM.
Estas tres personas trabajaban en la creencia de que todo era legal y que ellos se limitaban a realizar el trabajo jurídico que Sancho Sempere les encargaba como dueño real de la Academia Valenciana de Juristas. Tales profesionales desempeñaron profesionalmente su trabajo no solo para el Ayuntamiento de Canet, sino también para otros municipios y entidades públicas. No obstante, lo que ignoraban era el enorme problema que se les caería encima con el paso del tiempo.
Porque cuando la Fiscalía anticorrupción y el Juzgado de Instrucción 12 de Valencia pusieron el foco en la investigación de Sancho Sempere dando lugar a lo que se conoció después como la "trama de las asesorías" en el año 2013, Sancho Sempere en lugar de reconocer que era el único responsable de todas las ilegalidades que estaba cometiendo decidió dejar a su suerte a los tres profesionales citados. Estos fueron acusados en varias causas de la trama siendo así que ellos nada sabían sobre las barbaridades y anomalías que Sancho Sempere había cometido.
Uno tras otro, los citados letrados de la AVJ tuvieran que soportar, no solo el descrédito de ver su nombre asociado a la comisión de varios delitos, sino que tuvieron que afrontar incluso petición de cárcel por actividades vinculadas al verdadero responsable que no era otro que Sancho Sempere. Este los dejó en la estacada y se limitó a preparar su propia defensa en las diferentes causas penales que le venían encima referidas a los ayuntamientos de Canet, Real de Gandía, Cheste y San Antonio de Benagéber y en otros juicios como el de EGEVASA, el de PANGEA o el del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, de los cuales se puede leer pormenorizadamente al final de este artículo.
Los tres letrados tuvieron que ser asistidos en dichas causas por penalistas que pudieron conseguir, no sin muchos esfuerzos, la exculpación de los acusados injustamente.
Pero pese a que fueron absueltos en las causas penales que Sancho Sempere los había involucrado no fue hasta el año 2022 cuando supieron toda la cruda realidad de lo que había sucedido.
Porque Sancho Sempere en todas las causas criminales mantuvo que:
No trabajaba para la Academia Valenciana de Juristas
No cobraba nada de dicha entidad
No tenía ningún cargo representativo en la Junta directiva de dicha entidad
No obstante y, en el año 2022, Sancho Sempere dio un brusco giró a esa postura defensiva y, sorprendentemente, para salvar a su hija en la pieza judicial del Ayuntamiento de Canet se autoinculpó y reconoció que era él quien controlaba todo y por ello fue condenado como autor de un delito continuado de prevaricación administrativa en concurso con otro delito también continuado de negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos y actividades prohibidas. Así lo publicó en exclusiva El Periódico de Aquí, que accedió a la sentencia de conformidad hace apenas unas semanas. (
La sentencia judicial que es firme y fue aceptada por Sancho, dice que: "Para ocultar su condición de director de la Academia Valenciana de Juristas (AVJ) puso al frente de la misma a tres profesionales del derecho desconocedores de los términos en los que se formalizaban las contrataciones pactadas entre la AVJ con sus clientes se encargaron siguiendo las indicaciones del acusado de tramitar los pleitos que les eran encomendados a la AVJ. Estos tres profesionales así como otras personas ajenas fueron incluidas por el acusado como miembros de la junta de gobierno de la AVJ, pero lo cierto era que quien la dirigía y gestionaba era el acusado".
Afortunadamente, los tres letrados engañados y vilipendiados por Sancho Sempere y abandonados a su suerte por él, han podido seguir su camino como profesionales del derecho y tratan de olvidar el calvario que tuvieron que soportar por la cobarde y sucia maniobra de quien no tuvo la dignidad de defenderles como era su deber como jefe, como compañero de profesión y, sobre todo, como persona.
José Antonio Sancho Sempere, ex secretario del Ayuntamiento de Canet y cabeza visible de la llamada "trama de las asesorías", se enriqueció durante años a costa de ayuntamientos y entidades públicas y consiguió ser titular de 57 cuentas bancarias, 4 inmuebles urbanos, 82 fincas rústicas, un yate privado y vehículos de alta gama que fueron a parar a su patrimonio personal, según descubrió la sección de delitos económicos de la Policía Judicial.
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Una historia repleta de cómplices, entre políticos, funcionarios y empresarios, que quedará plasmada en una libro que se publicará en diciembre de 2024 con el título provisional de 'La zorra en el gallinero'.
