Hay dÃas especiales y hoy es uno de esos. Después de la clase en la Real Academia de Cultura Valenciana, nos hemos reunido en el despacho del Exmo. Sr. Decano, D. Luis Miguel Romero y de momento se abrió la puerta por la que vimos entrar a Doña Amparo Cabanes Pecourt.
Doña Amparo, es por sà misma una INSTITUCIÓN, además de ser amada por ser una ACADÉMICA con nombre propio y una AMIGA de los Académicos y de la Real Academia de Cultura Valenciana. Produce mucha alegrÃa el encuentro con Amparo.
"-Voy al Besamanos de la Virgen", fue el mensaje que nos dio a todos los allà presentes, después de ponerla al dÃa en los temas directivos. Su prioridad: el Besamanos de la Mare de Deu.
Al salir de la RACV, nos hemos encontrado con Manolo Marzal, ese trovador infatigable de la legua valenciana, "-On aneu?" -A la Mare de Deu, y desde allÃ, cruzando por el Palau, hemos llegado a la Plaza de la Virgen.
El sol abrasador permitió ver una sinfonÃa multicolor de paraguas que llenaba casi toda la plaza cuando el reloj marcaba la una del medio dÃa.
Amparo Cabanes la historiadora, catedrática de Paleografia y Diplomática. Escritora y polÃtica, fue la primera Honorable Consellera de Educación de 1981 a 1982 del Gobierno de la Generalitat Valenciana, acreedora de la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana (2024) y de lq Gran Cruz de la Orden de Jaume I el Conqueridor (2024) llegó con su silla de ruedas a venerar a la Patrona de Valencia.
El hecho de que una mujer de la edad y la talla de M.Amparo Cabanes, llegue ante la imagen de nuestra patrona y pase como una devota más, en un dÃa tan señalado como el de hoy me hace ver la grandeza de las personas y la pequeñez del mundo.
Todo es pasajero: tÃtulos, diplomas, méritos, distinciones, nada importa a los pies de la Virgen de los Desamparados. El fervor que entraña pasar por delante de la imagen te hace descubrir la pequeñez del mundo.
Valencia, los pueblos de la huerta, los pueblos más lejanos, los del interior, todos acuden hoy a desfilar ante ese rostro misericordioso y próximo que abraza a este mundo de desamparo.
Al ver a mi querida amiga Amparo, acariciando a uno de los inocentes que acompañan a nuestra patrona, he visto los rostros de tantos y tantos valencianos y valencianas que a lo largo de su vida, han mirado esos ojos con el respeto, devoción y ternura que merece esa madre, que a todos nos acoge.
El besamanos que hoy rinde el pueblo de Valencia, a su patrona es el mejor recuerdo histórico de todos los tiempos, porque en esa Real BasÃlica, resulta que, nos encontramos todos y cada uno de esos seres queridos que ya no están entre nosotros y que han llevado a la patrona de Valencia, en lo más profundo de su corazón.
Doña Amparo, qué experiencia tan enriquecedora al entrar y al salir a tu lado, porque en ti están representadas esas mujeres valientes que escriben la historia que nos acercan a las entrañas de la misma y que inculcan el amor al conocerla.
Yo hoy me he dedicado a contemplar la imagen, a acompañar en la oración a tantas personas que, con lágrimas en los ojos, dejaban su historia y su memoria en las manos de esa imagen Peregrina.
Hoy no he besado su mano, de REINA DEL CEL I LA TERRA. Personalmente me quedo con el beso que le di a la Virgen de los Desamparados en la puerta del Ayuntamiento de Casinos en el mes de julio del año 2003, cuando en aquel beso del Alcalde, le pedÃa por todas las intenciones del pueblo, a la vez que le expresaba el agradecimiento de que por unos dÃas Ella fuera la alcaldesa de Casinos.
Hasta el año que viene si tenemos salud.
José Salvador Murgui Soriano.
Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la RACV.