Varios expertos sobre el cambio climático y embajadores de la Unión Europea han advertido del contexto de riesgo de la cuenca mediterránea y de las consecuencias del negacionismo, en la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Cambio Climático en la Mancomunitat de l'Horta Sud este miércoles.
Ha sido una jornada para compartir experiencias y visibilizar los hechos que ocurrieron el 29 de octubre de 2024 y que arrasaron 78 municipios de la provincia de Valencia, la mayoría de ellos de l'Horta Sud, provocados, según los expertos por el cambio climático y el calentamiento global.
Por ello, los asistentes han participado en un excursión en autobús por los municipios afectados por la dana, donde alcaldesas y alcaldes han explicado a la comitiva los daños de la catástrofe, y que ha acabado en el Port de Catarroja. El grupo estaba compuesto por una veintena de Embajadores y Embajadoras del Pacto Europeo para el Clima (reconocimiento que otorga la Unión Europea) desplazados desde diferentes comunidades autónomas, y también entidades ecologistas del área metropolitana de Valencia como la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria, Per l'Horta, Limne o Assut.
El negacionismo "que mata"
En la jornada, a la que han asistido también alcaldes y concejales de los municipios de la comarca, se ha contado con la participación de las tres asociaciones de afectados y víctimas de la dana que han coincidido en el peligro del negacionismo ante el cambio climático y la necesidad de tomar medidas para evitar que se vuelvan a repetir las inundaciones.
Rosa Álvarez ha sido la primera en intervenir en representación de la Asociación de Víctimas Mortales Dana 29 de Octubre. "Hemos sufrido en nuestras vidas el mayor desastre climático, que de natural no tiene nada", ha señalado, destacando que el cambio climático "es un hecho" y la "gestión negligente también", en referencia a el Consell y Carlos Mazón, "que despreció las vidas de nuestros familiares que murieron por obstrucción de vías respiratorias por lodo", ha matizado. "No han muerto, nos los han quitado", ha dicho, puntualizando que "luchamos contra el cambio climático y las políticas que lo niegan porque uno de nuestros objetivos es cero muertes".
Por su parte, Mariló Gradolí de la Asociación de Víctimas de la Dana 2024, ha señalado que "el negacionismo climático mata y no solo este fenómeno sino también la gestión irresponsable de los que niegan esa realidad y no ponen medios para reducir su impacto".
Elisabeht González, de la Asociación de Damnificados de la Dana l'Horta Sud, ha lanzado propuestas para que esto no se vuelva a repetir, desde tener al menos una cobertura verde del 30% en cada barrio, hasta prohibir construir en zonas inundables, con el fomento real del transporte público para evitar la acumulación de vehículos en la vía pública o la creación de planes de riesgos, escuchando a las víctimas. "El cambio climático no es un concepto abstracto tiene nombre, cara y memoria", ha concluido.
Clima irregular y de riesgo
En la sede de la Mancomunitat se han puesto sobre la mesa, a través de expertos, las consecuencias del cambio climático, tanto a nivel global como sobre el momento puntual que provocó las riadas e inundaciones del 29 de octubre de 2024 que asolaron la comarca. Ha sido la catedrática de universidad, presidenta de la asociación española de geografía y autora de un estudio sobre la cuenca del Poyo, Ana Camarasa, la que ha narrado las circunstancias por las que se produjo el episodio de lluvias torrenciales aquel día.
"Tenemos un clima irregular que produce un desequilibrio con épocas de sequía e inundaciones, un riesgo que esta infraconsiderado", ha apuntado, lo que provoca precisamente que disminuya la percepción del peligro y no se tomen mediciones de cuencas más pequeñas.
Camarasa ha explicado como se produjeron dos episodios de lluvia que afectó a la cabecera de la rambla del Poyo, uno por la mañana que generó crecidas de hasta 260 metros cúbicos por segundo y un segundo con una crecida que superó los 180 mililitros por hora, con picos de hasta 300, lo que llueve en todo un año, sin contar los aportes que luego se dieron de Horteta y Gallego. Esto creó lo que ha denominado como una "pared de agua, que se ha confundido con la apertura de una presa porque el resultado es parecido, y provocó las inundaciones, superando el caudal de 8 metros por segundo".
Condicionados por el aviso meteorológico
Jorge Olcina, de la la Universidad de Alicante, ha continuado la exposición señalando el contexto de riesgo del clima mediterráneo. "El elemento natural va a ir en aumento en los próximo años y estamos condenados a vivir en estos escenarios de riesgo", ha explicado y ha añadido como solución cambios en la planificación para adaptarnos, especialmente en el territorio, el agua, la economía y la emergencia, "en los que la ciencia marque la pauta".
Como posibles soluciones, Olcina ha propuesto la creación de refugios climáticos y de replantear la planificación territorial que data del año 2000, así como la revisión del riesgo del suelo.
"Vamos a vivir condicionados por el aviso meteorológico, que marca la pauta del riesgo, el hidrológico es complementario", ha destacado y, por tanto, "hay que implementar las herramientas necesarias para informar a la población y educar en esta situación de emergencia".
Asistencia emocional
El presidente de la Mancomunitat de l'Horta Sud, José Francisco Cabanes ha sido el anfitrión de este evento en el que ha invitado a "reflexionar con los embajadores de la mano de la ciencia y la universidad y ante el negacionismo". Cabanes ha insistido en la necesidad de asistencia emocional y psicológica para los afectados.
También Juan Medina, embajador europeo y vecino de Quart de Poblet, ha apuntado que esta conmemoración es un acto para "recordar, reconocer y reivindicar, para conectar realidades locales generando conciencia sobre el cambio climático". "La comarca necesita justicia y responsabilidades con dignidad", ha añadido. De igual manera, ha advertido que urge la adaptación al cambio climático y saber cómo actuar ante estas situaciones.
Los embajadores europeos en sus intervenciones se han hecho eco de las mismas reivindicaciones que ponen a las personas como base para replanificar el territorio y crear planes de adaptación. Entre ellos, Julio Huertas, que también es presidente de la Fundación Horta Sud, ha añadido además, que para la reconstrucción "la coordinación política a todos los niveles" y ha advertido de que "las ayudas se van a acabar y volveremos a una situación de precariedad".
"No puede ser tener tantos planes de reconstrucción y esto pasa porque somos la única ciudad que no tiene una entidad metropolitana ni un plan estratégico metropolitano. En los últimos 40 años no existe planificación del urbanismo y estamos condicionados por la ciudad de Valencia, y hay que tomar medidas valientes, como la naturalización y conexión de barrancos".