El alcalde de Sagunt, Darío Moreno. / EPDAEl director de
El Periódico de Aquí, Pere Valenciano, conversa con el alcalde de Sagunt, Darío Moreno, en el programa
Líderes de Aquí de la 99.9 Valencia Radio. En la entrevista, el primer edil analiza el gran momento económico, cultural y social que vive la capital del Camp de Morvedre, marcada por la llegada de grandes inversiones industriales, el auge turístico y los retos pendientes en materia de transporte y vivienda.
Sagunt es una ciudad de moda en la Comunitat Valenciana. Vive una lluvia de inversiones importantes, creación de empleo y avance de proyectos. No es una exageración, ¿verdad, alcalde?
No, la verdad es que no lo es. Es el fruto de muchos años de trabajo y de una voluntad clara. Creo que por parte de la ciudadanía, con el esfuerzo conjunto de las empresas, los sindicatos y, por supuesto, del Ayuntamiento, que ha tenido siempre esa mirada a largo plazo necesaria para construir un futuro mejor.
Ahora lo que estamos viendo es, como bien decías, esa lluvia de millones, o mejor dicho, de proyectos industriales que generan empleo, traen tecnología, innovación, formación y que nos colocan en el mapa. Hemos pasado a ser una de las capitales industriales del sur de Europa, algo de lo que podemos sentirnos orgullosos. Hoy Sagunto es una locomotora económica no solo para la Comunitat Valenciana, sino también para España y Europa. Todo esto habla bien del trabajo colectivo que hemos hecho en Sagunto.
Antes de profundizar en estos titulares que nos ha dado, háganos un pequeño balance de lo que ha sido el verano en cuanto a turismo y fiestas, enlazando con los Moros y Cristianos que está viviendo ahora la capital comarcal.
Sí, efectivamente, son muchos los aspectos a destacar porque la ciudad no para. Es verdad que el dinamismo económico es mucho, pero también el cultural, que es la base de nuestra identidad y está muy presente.
Este verano hemos batido récords turísticos, superando todas las cifras anteriores y, además, con un notable incremento del turismo internacional. Esto demuestra que nuestro posicionamiento está ganando en calidad y que cada vez recibimos un tipo de turista que deja más dinero en la localidad, lo que permite contar con servicios de mayor valor añadido.
Trabajamos de forma coordinada con el sector hotelero, el de la restauración y las empresas vinculadas, intentando poner en valor una oferta coherente. Este verano hemos disfrutado de las fiestas patronales, que compartimos con familias y amigos, pero que también atraen a visitantes que aprovechan para conocer Sagunto. A ello se suma el festival Sagunt a Escena y antes de eso el Musical Port, organizado por el Ayuntamiento. Todo esto hace que en nuestro municipio haya una actividad cultural continua que explica, en parte, los números récords de este verano.
Además, tenemos 13 kilómetros de playas, la Sierra Calderona para quien prefiera montaña o nuestras marjales como ejemplo de biodiversidad. El mix que ofrece Sagunto es muy potente. Y ahora, al acabar la temporada estival, llega septiembre y nos adentramos en otra fase con las festividades y tradiciones, pero con un aire distinto. Este mismo fin de semana tenemos ya el pregón de los Moros y Cristianos y, a partir de ahí, todas las actividades hasta el 9 y el 12 de octubre. Celebramos el Día de la Comunitat Valenciana, la Virgen del Pilar —con la participación del Centro Aragonés y Casa Aragón—, y además acogemos uno de los mercados medievales más destacados de la Comunitat, en el casco histórico, que cada año congrega a miles de personas.
Sagunto no te lo acabas: en cualquier mes del año puedes venir y encontrar distintas experiencias, tradiciones y formas de vivir la ciudad.
Sagunt es una de las ciudades más completas en todos los aspectos, efectivamente. ¿Qué reivindicaciones hace al presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, aprovechando que es el pregonero de los Moros y Cristianos?
La presencia del presidente de la Diputación en el pregón es una buena noticia, siempre es positivo que las instituciones estén cerca. Pero es importante que no solo vengan para la foto, sino que en la gestión se acuerden de nuestro municipio.
Entendemos que la Diputación debe centrarse sobre todo en los municipios pequeños, pero también es imprescindible que tenga en cuenta a Sagunto en momentos clave. Y lo que pedimos no es ninguna locura: simplemente que continúe el plan de inversiones iniciado en 2019-2023.
La promesa inicial era de tres millones de euros y apenas hemos conseguido un millón. Eso no habla bien del interés de la Diputación por Sagunto. Además, tenemos otros temas pendientes, como el trinquet, un espacio comarcal creado por la propia Diputación que hoy está en estado de abandono, con el tejado en condiciones deplorables. Lo hemos señalado varias veces y no hemos obtenido respuesta.
También hay actuaciones pendientes en carreteras de titularidad provincial, la integración del Museo Industrial en la red de museos de la Diputación, entre otros. En casi todas las áreas hay margen de colaboración con sentido.
Pero han pasado más de dos años y solo hemos tenido una reunión con el presidente Mompó, a pesar de las múltiples solicitudes. Y lo único concreto ha sido ese millón de euros, conseguido gracias a un pacto presupuestario en el que, además, él era contrario. No habla bien del interés que debería tener la Diputación por estar presente en todo tipo de municipios.
Eso sí, mano tendida: lo recibiremos con el mejor trato en el pregón, pero insistimos en que no basta con venir para la foto. Hace falta dar un paso adelante en la gestión y en el impacto positivo en los ciudadanos de Sagunto y el Puerto.
El transporte público es una de las grandes asignaturas pendientes en Valencia y su área metropolitana. ¿Qué sucede en Sagunt y qué pasos se están dando para mejorar este servicio?
Aquí la diferencia de gestión entre el anterior gobierno de la Generalitat y el actual es evidente. En el caso del transporte, el balance del PP es muy negativo. Hoy por hoy, es posiblemente el ejemplo más flagrante de mal funcionamiento de un servicio público en nuestro municipio.
Tenemos autobuses que no cumplen horarios, que se llenan en las primeras paradas y después dejan a la gente tirada porque no pueden admitir más pasajeros. Y esto dentro de un contrato que se nos vendió como “la gran solución”, pero que en realidad solo ha desplazado los problemas a otras franjas horarias sin resolver nada.
Hemos tenido varias reuniones con la ATMV, la autoridad que gestiona este ámbito en la Generalitat, y de momento solo recibimos palabras e intenciones, pero la ciudadanía lleva años esperando. El nuevo contrato lleva ya 4 o 5 meses en marcha y todavía no vemos mejoras reales. Y hablamos de estudiantes que necesitan ir a la universidad, trabajadores que dependen de llegar puntuales. No es justo robarles una hora o más cada día.
Se trata de cumplir horarios y, donde falte frecuencia, incrementarla. No es ciencia nuclear: se necesitan recursos. La paciencia se agota y la indignación crece. El Ayuntamiento seguirá denunciando esta situación porque es inaceptable.
Y no es el único ámbito. En educación, por ejemplo, tenemos dos colegios autorizados pero sin proyecto iniciado, un instituto pendiente, la reforma del Eduardo Merello sin arrancar, más de 400 personas en lista de espera en FP… Una ciudad industrial en crecimiento no puede permitirse no estar formando a su futuro talento. La Generalitat debe apostar de verdad por Sagunto y dotarla de servicios públicos a la altura del dinamismo que estamos generando.
Pero también se han desatascado proyectos nuevos con la Generalitat, ¿verdad?
Sí, efectivamente. El Ayuntamiento tenía asuntos históricos pendientes y era el momento de desbloquearlos, ya fuera hablando con otras administraciones o aportando nosotros soluciones.
Un ejemplo es el CEAM del Puerto de Sagunto, que permitirá recuperar para la ciudadanía un edificio emblemático del patrimonio industrial como el Economato, que en su día abastecía a los trabajadores de la fábrica. Ahora será un recurso para las personas mayores.
También con la Autoridad Portuaria de Valencia hemos avanzado en el pantalán terrestre, convertido en un paseo marítimo de referencia donde la gente acude a hacer deporte, disfrutar con familia o amigos y que ofrece unas vistas privilegiadas de la playa del Puerto.
Otro caso es la Casa Romeu, perteneciente a la familia del héroe local fusilado en la Guerra de la Independencia. Pese a su valor histórico, estaba en manos privadas y en mal estado. El Ayuntamiento la ha adquirido y desarrollará un proyecto para convertirla en biblioteca y archivo municipal.
Lo mismo con los jardines de la Gerencia o el impulso al patrimonio industrial y cultural. Estamos recuperando espacios para la ciudadanía, dignificando patrimonio y mejorando servicios públicos. Sagunto crece, pero no olvida su pasado ni la calidad de vida de su gente.
Hablaba del impacto tan positivo de la llegada de la reindustrialización con la llegada de volkswagen. ¿Cómo va este proyecto tan importante?
Sagunto vivía una circunstancia particular: al tener dos núcleos separados (Sagunto y Puerto), en los años 2000 se impulsaron numerosos desarrollos urbanísticos para unificarlos. Pero la crisis de 2008 dejó muchas parcelas a medio urbanizar o sin desarrollar, lo que fue un problema durante 15 años. Hoy, sin embargo, es también una oportunidad, porque contamos con suelo preparado para crecer.
El municipio está aumentando en unas mil personas al año, lo que es mucho para una ciudad que pasó de 69.000 habitantes hace poco a 74.000 hoy. Eso demuestra dinamismo, pero también ha tenido un impacto negativo: los precios de la vivienda han subido rápidamente y se han equiparado a los de ciudades similares como Gandia, Torrent o Paterna.
Aunque el Ayuntamiento es la administración con menos competencias en vivienda, hemos activado todas las herramientas a nuestro alcance: Pedimos parcelas a la Generalitat para construir vivienda social o de alquiler asequible. Penalizamos a los grandes tenedores que mantienen pisos vacíos, con un recargo en el IBI. La ley incluso nos permite impulsar subastas obligatorias para que solares en manos de especuladores salgan al mercado. Hemos aprobado una moratoria de apartamentos turísticos, para asegurar que las viviendas se destinan a su función principal: que la gente pueda vivir en ellas. Son medidas contra la especulación que buscan activar el suelo pendiente y ofrecer soluciones reales a la ciudadanía.
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