Comisaría de la Policía Nacional en Port de Sagunt./ BORJA PEDRÓS Hoy, 13 de junio, se ha conocido la noticia de la detención de
un hombre que se dedicaba a exhibir sus genitales al alumnado de un colegio de educación
infantil de Port de Sagunt. El centro en cuestión es el CEIP María Yocasta Ruiz
Aguilera de esta localidad del Camp de Morvedre.
La madre de una niña escolarizada en este centro educativo se
ha puesto en contacto con El Periódico de Aquí para dar su versión de los
hechos y de la situación que ha trascendido más allá de los medios gracias a su
difusión.
El detenido es un hombre español de 58 años al que se le
imputa un delito de exhibicionismo. “La realidad es que hemos sabido todo esto
porque los niños han hablado y reconocieron a este individuo por la calle”,
comienza diciendo ‘Marta’, este periódico va a utilizar un nombre ficticio a petición
de ella para preservar su identidad.
Cuando estas familias fueron a comisaría se enteraron de todo
lo que ha ido aconteciendo durante tantos meses pues estos niños y niñas coincidían
plenamente con la misma versión “sin tener contacto entre ellos y señalando al
detenido por fotografía diciendo ‘sí, es esta persona’ y dando testimonios
bastante fuertes”, señalaba esta madre.
Una de sus reivindicaciones es que “el cole no tenía ni idea
de nada y ha actuado fatal”. Al parecer, el detenido llevaba meses acudiendo a
la verja de este colegio y aprovechaba la hora del patio para acercarse a los
niños y niñas “sin vigilancia y en contacto con un montón de ellos”. Marta
denuncia públicamente que todos estos menores “estaban completamente
desatendidos porque los cuidadores no han hecho absolutamente nada”.
El detenido sabía muchísima información sobre los niños, se
sabía los nombres de todos ellos, datos de los padres como, por ejemplo, a qué
parques iban, dónde trabajaban y a qué se dedicaban y muchos más relatos de
gran relevancia y gravedad que luego comunicaron en la comisaría de policía,
según ha expresado esta madre.
Para poder ganarse la confianza e intercambiar datos sobre
este alumnado de educación infantil les daba chucherías o incluso juguetes “a
cambio de cosas que él solicitaba y, además, les hacía hacer posiciones propias
de una clase de Educación Física para ver cosas que no debe ver”, ha expresado
Marta.
"¿Cómo puede ser que a través de la verja de un colegio una persona adulta haya tenido acceso a todos estos niños indefensos y haya podido hacerles lo que hubiera querido durante tantos meses? No nos entra en la cabeza", finalizaba en la llamada.
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